La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de Educación en Melilla se ha pronunciado este jueves en contra de "otra imposición" del Ministerio de Educación y Formación Profesional, en concreto, la que tiene que ver con la nueva normativa para la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), aprobada esta semana.
Puntualmente, han criticado la decisión de eliminar las calificaciones numéricas en la ESO y de permitir el pase de curso sin límite de suspensos, a través de la supresión de los exámenes de recuperación, que se establece en la nueva ordenación con el propósito de prevenir el abandono escolar temprano.
Desde CSIF Educación Melilla, han rechazado que, "sin consulta" o "negociación", "al margen de los docentes", se haya sacado un currículo de ESO "que no mejora el modelo educativo", sino que "minimiza la importancia de la memorización de cotenidos al centrarse en las competencias".
Según ha recordado el sindicato, "siempre se ha mostrado en contra de la promoción automática", "del no reconocimiento del esfuerzo como un valor pedagógico" y de lo que "minusvalora" la relevancia de los contenidos que son necesarios para "adquirir competencias".
A tenor con la asociación sindical, "esto menoscaba el valor de la titulación de los centros públicos", al vulnerar "la igualdad de oportunidades en el acceso a la Educación Superior" y ampliar "los nichos de negocio de la educación privada".
Para el sindicato local, este desarrollo curricular deja clara, además, "una mayor carga burocrática para los docentes".
Por eso, CSIF ha insistido en cuestionarse "¿hasta cuándo más improvisaciones?".
En ese sentido, los sindicalistas han exigido un pacto por la Educación entre los partidos políticos, con el fin de que el cambio de gobierno "no provoque una modificación de las leyes educativas", de acuerdo con "la ideología del partido que gobierne".