Un grupo de voluntarios atenderá a todos los melillenses que deseen adelantar sus compras navideñas y colaborar con la entidad.
La delegación melillense de la Asociación Manos Unidas inauguró ayer el tradicional rastrillo en el Real Club Marítimo que este año cumple su XX edición y cuya recaudación estará destinada a un proyecto en Brasil. Este mercadillo estará a disposición de los ciudadanos hasta el 30 de noviembre y es la excusa perfecta para darse algún capricho, comenzar con las compras de Navidad y, sobre todo, colaborar en una causa social que va a beneficiar a muchas personas.
En el municipio de Vitoria de Santo Antao de Brasil se desarrollará un proyecto de capacitación profesional y de defensa de los derechos de las mujeres jóvenes afrobrasileñas que sufren una doble discriminación, primero por el color de su piel y segundo por ser mujeres, al vivir en un entorno totalmente machista. Se necesitará para emprender esta labor 47.790 euros y de esta forma se aportará un paso más para luchar contra la discriminación por motivo de raza y sexo.
¡Hay de todo!
¿Qué es lo que necesita? ¿Qué busca? Todo y a buen precio en el rastrillo de Manos Unidas. Éste podría ser el perfecto anuncio que informaría sobre los cientos de artículos de ropa, decoración y alimentación que podemos encontrar en este especial mercadillo.
Con la llegada de la Navidad se necesitarán artículos decorativos y éste es el primer stand de esta muestra. Otro de los artículos clásicos del mercadillo son los libros de segunda mano y los productos confeccionados a mano como mantelerías, juegos de sábana, bolsas para la ropa sucia, mandiles y ropa de niños y bebés, además de una mesa repleta de pastas y dulces caseros.
Cajas, bolígrafos, libretas, cuadros, espejos, muebles, coleteros, collares y pulseras, broches o la también tradicional papeleta para la rifa de la cesta de Navidad, cuyo sorteo será el 30 de noviembre, son el resto de objetos que se podrán adquirir en el Club Marítimo.
En este sentido, el presidente de la entidad, Alberto Vera, destacó el papel de los voluntarios, en su mayoría personas mayores, que no sólo aportan su esfuerzo y dedicación a realizar los artículos que están a la venta, sino que aportan su tiempo en la preparación de esta iniciativa y en la atención del público que asiste.