Varios alumnos del Ciclo de Instalaciones Frigoríficas y Climatización del IES Rusadir visitaron en días pasados las obras de construcción del nuevo hospital universitario de Melilla, donde recibieron detalladas explicaciones por parte de los responsables de Tragsa, la empresa encargada de su ejecución.
El propósito de la actividad consistía en identificar los equipos industriales y hospitalarios de climatización y ventilación, así como la identificación y funcionamiento de los equipos de aire comprimido y oxígeno.
Por otra parte, la visita les permitía a los estudiantes el conocimiento in situ de las condiciones de seguridad y salud en una obra, de cara a la prevención de riesgos laborales.
Los profesores del referido departamento del IES Rusadir han solicitado que por esta vía se transmita un agradecimiento público al personal de Tragsa, por la cortesía y esmero demostrados.
A finales del año pasado, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, declaró que en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2022 se contemplaba una partida de 43,1 millones de euros para el nuevo hospital de la ciudad.
El desglose de ese monto era de 26,8 millones para las obras constructivas, y 16,3 millones para la dotación de equipamiento.
Según aseguró Mo, será “un hospital puntero y funcional que va a situarnos a la vanguardia del país y que, además de dotar de los mejores avances en el diagnóstico y el tratamiento a nuestra ciudad, va a suponer un foco de creación de empleo tanto directo como indirecto”.
Más recientemente, tanto la Facultad de Ciencias de la Salud de Melilla como el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Melilla desaprobaron la negativa del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) a que el nuevo hospital lleve el nombre de Fidel Pagés, médico militar que cursó gran parte de su carrera en Melilla y que revolucionó la medicina del dolor con el descubrimiento de la anestesia epidural.