Este viernes hemos sabido por cauces extraoficiales que un peatón falleció supuestamente el jueves en Melilla tras ser atropellado hace unos días en Torres Quevedo.
Sin embargo, ni Seguridad Ciudadana ni el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) han confirmado la información, que los ecologistas de Guelaya aseguran haber contrastado a través de fuentes no oficiales de la Policía Local.
El Faro ha insistido y ha preguntado directamente al presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, que tiene las competencias de Seguridad Ciudadana a través de Twitter, pero ha dado la callada por respuesta.
Es inadmisible que la Administración minusvalore el derecho a estar informados. Es inadmisible que 24 horas después del supuesto deceso, el presidente de la Ciudad Autónoma se niegue a confirmar o a desmentir la información.
A las acusaciones la opacidad ha respondido con vaguedades y parapetando la falta de transparencia tras la necesidad de "respetar los cauces oficiales".
Hasta 2019 los periodistas teníamos la posibilidad de contrastar la información relacionada con los accidentes que se producían en la ciudad a través de un funcionario que se ocupaba de ser enlace con la prensa.
Pero "el respeto de los cauces oficiales" añadió un nuevo trámite burocrático, obligando a la Policía Local a canalizar la respuesta a través del Gabinete de Prensa de la Ciudad rara vez funciona con la agilidad que se le presupone.
Como resultado, a la prensa se le hace muy difícil contrastar información de Seguridad Ciudadana y podemos tardar horas para que respondan si ha habido o no un robo o un atropello
Eso nos obliga a sortear la burocracia y buscar cauces extraoficiales para poder mantener informados a nuestros lectores.
No se trata sólo fuera de un problema de falta de transparencia o de opacidad. A ojo de buen cubero, los ciudadanos percibimos un aumento de la siniestralidad vial en Melilla y no vemos que desde la Ciudad se estén tomando medidas, más allá de los controles policiales que está haciendo la Policía Local y de los ya no se informa.
Siempre se han anunciado las campañas de controles viales. Eso ya no se hace porque la falta de transparencia es la distinción de quienes supuestamente venían a arrojar luz sobre la oscuridad.
Es inadmisible que no podamos confirmar a nuestros lectores si ha fallecido o no otro peatón en Melilla porque la Ciudad y las instituciones sanitarias no controlan ese dato.