Nacho Pérez es un melillense que después de unos 10 años viviendo en Granada, recientemente volvió a su tierra natal acompañado por su pareja y Timón, el perro que tienen desde hace 8 años.
Los viajes a la ciudad andaluza son regulares y siempre van en barco. Pérez explica que Timón es un miembro más de la familia y si ellos viajan, él también. Aunque comprende que tenga que haber un veterinario en los puertos de destino, no entiende que después de dos meses se tome la medida ahora.
En este momento, la medida no le afecta en gran medida porque ya no viaja tanto, pero recalca que siempre ha habido dificultades para viajar con mascota. “La gente no comprendía que una mascota es un miembro de la familia para los que la tienen”.
Asegura que cuando ha ido a la península, solo le han pedido la cartilla de vacunación la Guardia Civil y cree que si es un requisito la presencia de un veterinario, las autoridades deberían ponerla y más en un momento en el que las mascotas pasan a formar parte de la familia ante la legislación.
“Las consecuencias son gravísimas para la gente que tiene mascotas”, dice Pérez. Cree que esta medida “es terrible”, pues se suma ya que Melilla “está muy mal conectada en general con la península” y esto afecta a la ruta más cercana con la provincia de Granada. “La vía marítima es la única solución que nos hacía felices a todos” y es que para viajar en avión, a partir de un determinado peso, la mascota tiene que ir en la bodega. Timón pesa alrededor de los 15 kilos.
Piensa que “la medida normal y lógica es la que ya existía: revisar la cartilla veterinaria y comprobar que cumple con lo legal, de la misma forma que hacen contigo y conmigo”.
“Están limitando la libertad de elegir con quien viajar”, señala. Entiende que haya “una criba” a las mascotas a la hora de viajar, pero dice que esto ya se controla cuando desde Melilla cuando pide la cartilla de vacunación.
Ahora, si quiere viajar con Timón, tendrá que hacerlo a otro puerto de destino, un factor que podría hacer variar sus planes en gran medida.
“Para mí, Timón siempre ha sido un miembro de la familia; siempre me llevo a mi perro sin pensarlo, es mi compañero, no puedo dejarlo solo”, recalca.