En el curso de los mismos, los marroquíes que agitaban banderas marroquíes, retratos del rey Mohamed VI y libros de historia, corearon consignas como "Danos Ceuta y Melilla" o "¡Viva el País Vasco!". La Ministra de Asuntos Exteriores de España, Trinidad Jiménez, ha exigido “aclaraciones” al gobierno de Marruecos sobre la agresión ejercida por marroquíes este viernes en Casablanca contra dos periodistas españoles que estaban cubriendo el juicio del grupo de los siete activistas saharauis de los derechos humanos.
En el curso de los incidentes los marroquíes que agitaban banderas marroquíes, retratos del rey Mohamed VI y libros de historia, corearon consignas como “Danos Ceuta y Melilla” o “¡Viva el País Vasco!”.
Jiménez considera que es necesario “aclarar lo que ocurrió lo más rápido posible”, indica el Departamento de Asuntos Exteriores de España y agrega que “el embajador español en Marruecos contactó con las autoridades marroquíes para aclarar lo sucedido”.
Los corresponsales de televisión TVE, Antonio Parra, y la radio "Cadena SER", Eduardo Marín, fueron agredidos el pasado viernes por un grupo de marroquíes en un tribunal de Casablanca, donde asistían al juicio de los siete activistas saharauis acusados de “atentar contra la seguridad del Estado marroquí”, cuando visitaban a sus familias en los campamentos de refugiados saharauis.
Decenas de personas se precipitaron contra Eduardo Marín, en el momento que estaba tomando fotos y la grabación del furor provocado por la aparición de los acusados saharauis, que coreaban consignas por la independencia del Sáhara Occidental.
Marín recibió patadas y un golpe que rompió sus lentes, antes de recibir un tiro de piedra fuera de la corte por los marroquíes que agitaban banderas marroquíes, los retratos del rey Mohamed VI y los libros de historia, coreando consignas como “Danos Ceuta y Melilla” o “¡Viva el País Vasco!”.
La agresión contra los dos periodistas viene después de la prohibición del acceso de la prensa española para cubrir la gran sentada de 20.000 saharauis en Gdeim Izik y dos días después de las duras críticas del ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Taib Fassi Fihri, en contra de la prensa española, acusándolos de distorsionar la realidad sobre el conflicto del Sáhara Occidental.
Unas críticas, las del ministro, especialmente chocantes al producirse sólo unos días después de que la prensa marroquí, animada por su la agencia oficial de noticias alauita, MAP, se inventase un falso muerto en los disturbios de hace un par de semanas en Melilla, e incluso acusase a la Guardia Civil, no sólo de disparar contra un inexistente adolescente melillense de 16 años, al que bautizó como Younnes, sino también de que su cuerpo fuera secuestrado y trasladado por agentes de la Benemérita a un “destino desconocido”.
El falso muerto coincidió por demás con un despliegue tremendo de información por los medios marroquíes sobre los sucesos en Melilla , mientras se acallaba la muerte real de un adolescente saharaui a causa de la violencia de militares marroquíes.