El Melilla Sport Capital Voleibol ha cerrado un año que nunca olvidará. El 2021 ha sido el año de la consagración de un club que desde 2002 lucha para que el voleibol y Melilla estén siempre ligados y en lo más alto.
Atrás queda ya el 2015, el que hasta ahora había sido el mejor año en la historia del club. Ese año el Voleibol Melilla militaba en Superliga 2 y consiguió ser subcampeón de la Copa Príncipe y logró el ascenso a la máxima categoría del vóley español. No contentos con eso, con uno de los presupuestos más humildes de la Superliga logró terminar tercero la primera vuelta y clasificarse por primera vez en su historia para la fase final de la Copa del Rey. Finalmente, ya en 2016, el equipo terminó quinto en Copa, sexto en Liga y fue elegido conjunto revelación del campeonato.
Pero la gran hazaña del 2021 ha ido mucho más allá de lo deportivo, donde Melilla ha pulverizado todos sus registros. Ha sido el año de la confirmación de los Gladiadores como equipo más allá de las fronteras de la ciudad autónoma. Melilla se ha convertido en referente del voleibol y es uno de los conjuntos más seguidos en redes y medios.
Éxitos deportivos
Durante la primera mitad del año se cuajó la mejor segunda fase en la historia del club en la máxima competición nacional y se consiguió algo histórico: jugar las semifinales de los playoffs por el título de la Superliga.
Melilla acabó quinta en Copa, cuarta en Liga y acabó siendo el equipo revelación del campeonato. Pero, además, la sensación de toda España es que había juego, talento y lucha para haber conseguido todavía cotas más altas, a pesar de partir como uno de los conjuntos más modestos del campeonato.
“Con uno de los presupuestos más cortos, que nos situaba entre los últimos equipos en la tabla, conseguimos estar arriba y luchar más y mejor que nunca con 14 equipos muy buenos en una de las Superligas más igualadas y competidas que se recuerdan”, asegura el técnico Salim Abdelkader.
Esta temporada, en la segunda mitad de este increíble 2021, el conjunto melillense pudo conservar el bloque principal de jugadores del año pasado y, con un mejor presupuesto, se ha podido armar uno de los equipos más sólidos y que mejor voleibol juegan del país. Melilla ha conseguido hacer su mejor primera vuelta, clasificándose para la fase final de Copa con cuatro partidos de adelanto y terminando empatado en segunda posición tras haber puntuado en todos los encuentros y habiendo derrotado a Teruel y Guaguas.
“Ha sido un año de ensueño. Si hubiésemos imaginado un año perfecto no habría superado a este. Es verdad que como deportista, como competidor siempre quieres ganarlo todo. Estamos aquí porque queremos ser los mejores, queremos títulos. Pero hacer lo que hemos hecho cuando nadie daba un duro por nosotros es impresionante. Estar arriba en este deporte y en esta competición es dificilísimo y nosotros hemos llegado lo más lejos posible”, asegura Salim que recalca que “el 2021 ha sido inmejorable. Si hubiésemos firmado los objetivos reales en enero pasado nos habríamos conformado con mucho menos de los que hemos conseguido”.
Grupo humano, clave
Una de las claves del buen año del voleibol es, sin duda, el grandísimo grupo humano que se ha formado en la plantilla y alrededor de ella, tanto en la pasada campaña como en esta.
Directiva, federación, cuerpo técnico, trabajadores, voluntarios y jugadores han conseguido ser una gran familia en donde todos reman en la misma dirección y esto ha sido clave para la consecución de los grandes objetivos deportivos.
“Hemos generado un ambiente de grupo genial e inmejorable. Tenemos un grupo humano estupendo y un buen rollo instalado en el club que hace muy fácil el trabajo tanto en los entrenamientos como en todos los aspectos de comunicación, administrativos, de viajes, etcétera. Deportivamente somos un grupo increíble con mucho margen de mejora, un grupo esperanzador y muy luchador. Y humanamente somos una gran familia”, recalca el director deportivo melillense.
Seguimiento brutal
En la primera mitad de 2021 no se pudo meter público en el pabellón, pero eso no fue problema para que el Voleibol Melilla fuese uno de los conjuntos más seguidos del voleibol español. Fueron muchos los partidos, de Copa, de playoffs y de liga regular, en los que se superaron con facilidad los 5.000 e incluso 7.000 usuarios únicos en las emisiones en directo a través del streaming. Hay partidos del Melilla que se emitieron por internet y plataformas y superaron los 30.000 espectadores digitales. Además, diarios como Marca o Mundo Deportivo se han hecho eco de las proezas del conjunto melillense, así como grandes medios especializados. Incluso TeleDeporte ha emitido reportajes y documentales del Voleibol Melilla con audiencias superiores a los 150.000 telespectadores.
En esta segunda mitad del año, en donde se ha podido contar con público en las gradas, la repercusión ha sido brutal. En los seis encuentros de Superliga disputados en el Javier Imbroda se ha contado en total con más de 4.000 espectadores, superando el millar en dos de ellos.
“El apoyo que estamos teniendo es una auténtica locura. Ya el año pasado el equipo jugaba bien, luchaba mucho y gustaba. Y eso nos hizo tener mucho seguimiento a través del streaming y de las redes sociales en Melilla, fuera de Melilla e incluso fuera de España. Cuando tienes un equipo muy peleón, muy luchador como el nuestro, aguerrido y que no baja los brazos en ningún momento, al final es un equipo que tiene tirón y que a la gente le gusta verlo, seguir sus partidos, su trayectoria”, comenta Salim Abdelkader que recalca que el público es esencial para los deportistas y más en un deporte como el voleibol, ya que “cuando miramos arriba, a la grada, y vemos a la gente animando y dándolo todo por nosotros no nos queda otra que pelear y darlo todo para sacar el partido”.