El Patronato de Turismo cuenta para el 2022 un presupuesto de 3.290.349 millones de euros, aunque la media de recepción diaria de visitantes de enero a octubre de este año fue de 87 turistas, con un total de de 26.743 viajeros, cifra menor que la afluencia hacia Ceuta donde llegaron a sus instalaciones hoteleras 6.656 visitantes más.
De mantenerse este ritmo de llegadas al concluir el año cada visitante atraído por el Patronato de Turismo habrá costado a la Ciudad Autónoma unos 123 euros por turista.
Ese presupuesto ha sido aprobado por el Consejo de Gobierno de la Ciudad el pasado 2 de diciembre luego de evaluar la propuesta elaborada por la Consejería de Hacienda, Empleo y Comercio.
En los presupuestos para el 2022 se prevé para la Fundación Melilla Monumental, una partida de 908.472,70 miles de euros. Esta entidad es uno de los pilares en la estrategia de las autoridades del turismo en la Ciudad Autónoma, con más de veinte rutas turísticas culturales guiadas.
Los viajes de cruceros
A mediados de noviembre más de mil turistas de dos cruceros hicieron una parada en Melilla, y fueron los primeros barcos que tocaban suelo melillense después del parón provocado por la crisis sanitaria del coronavirus.
Para el presidente de la Asociación de Hosteleros de Melilla, Chakib Mohamed, siempre es una buena noticia que vengan turistas a la ciudad, pero no cifró muchas esperanzas en los beneficios para el sector de la hostelería. Argumentó en declaraciones a El Faro, previas a la llegada de los cruceristas que estos llegan a primera hora de la mañana, pero se van antes de comer, lo que dificulta la afluencia de visitantes en el centro para tomar un café o dar una vuelta para hacer compras.
Consideró que el análisis posterior determinará por dónde se puede mejorar y qué hay que potenciar para que los turistas se lleven la mejor impresión de la hostelería melillense, y señaló que la llegada de esos visitantes será una experiencia piloto, que debe servir para iniciar un nicho de negocio que empiece a despegar, lo cual valorarán con los asociados y la Ciudad para mejorar en un futuro cercano.
Cuando se daran cuenta los politicos de Melilla, que el turismo no es factible en nuestra ciudad, no tenemos NINGUN atractivo que haga venir mas que a los imigrantes sin papeles. El turismo requiere un BUM en instalaciones hoteleras, con iniciativas de espectaculos y fiestas nocturnas. El turista no quiere un monasterio donde meditar, el turista quiere pecar, emborracharse y hacer el gilipoyas. Y eso es lo que venden las zonas turisticas. Pero tambien deberiamos de preguntarnos si ese turismo es beneficioso para el orden de la ciudad. Señores politicos esto no es Monaco, ni la Costa Azul, seamos sensatos y pisemos con los pies en el suelo. Melilla, requiere un dispositivo industrial de algun proyecto de energia limpia, que de trabajo a un gran colectivo de nuestros habitantes, pero tambien es cierto que para ello debemos de cerrar el grifo de los empadronamientos y tarjetas de residencias. Yaque invertir para que vengan extranjeros a ocupar nuestros puestos de trabajo es politica de TONTOS. Aprendamos de una vez, y dejemos de insistir en proyectos fantasmas.