Los trabajadores marroquíes en Ceuta y Melilla reclamaron este lunes al Gobierno marroquí que les facilite trabajos temporales mientras la frontera con Marruecos permanece cerrada, y al ejecutivo español que les indemnice, dado que tenían contratos en España y cotizaban allí.
Así lo indicaron tras transmitir sus demandas al Parlamento marroquí para encontrar alternativas a su situación ante el cierre hace casi dos años de la frontera terrestre entre Marruecos y esos dos enclaves.
El representante de la Unión Marroquí de los Trabajadores Fronterizos (dependiente de la central sindical Unión Marroquí del Trabajo, UMT), Maruan Chakib, dijo hoy a Efe que los trabajadores transfronterizos marroquíes viven una "mala situación" y pidió acciones "urgentes" para ayudarlos.
Unos 3.500 trabajadores atravesaban a diario desde la localidad marroquí de Castillejos hacia Ceuta, y otros 5.000 desde Nador a Melilla, para trabajar en varios ámbitos como carpintería, fábricas o trabajo de hogar antes del cierre de la frontera terrestre en marzo de 2020 por la covid-19.
Chakib y dos miembros del colectivo de transfronterizos se reunieron este lunes con el presidente de la comisión de interior en la Cámara de Representantes (baja), Hicham Mhajri, y con el diputado del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM, miembro en el gobierno), Mohamed Larbi Mrabet, para trasladarles sus demandas.
"Hemos pedido alternativas como garantizar empleos provisionales (en Marruecos) para los transfronterizos a la espera de la apertura de la frontera terrestre", explicó Chakib.
El sindicalista marroquí añadió que dirigen sus demandas también al Gobierno español, al que piden indemnizar a estos trabajadores fronterizos que tienen sus contratos de trabajo regulares en España, cotizaban en la seguridad social y pagaban sus impuestos en el país europeo.
El diputado Mrabet explicó a Efe que su partido defenderá el caso de estos trabajadores para encontrarles alternativas.
"El Gobierno español debe también responsabilizarse sobre el caso de estas personas, que tenían contratos y pagaban sus obligaciones allí", añadió.
Mrabet señaló que tras el cierre de la frontera terrestre las autoridades marroquíes hicieron esfuerzos para reinsertar profesionalmente a 12.000 personas que se dedicaban al contrabando de mercancía con Ceuta.
Cerca de 5.000 personas fueron integradas en fábricas y cooperativas de la región de Tetuán, al tiempo que añadió que actualmente hay proyectos para finalizar la zona industrial de Castillejos y otros de inversión en las localidades aledañas para garantizar trabajo a esas personas.
Marruecos es un país de sueños rotos.el gobierno usa la ignorancia , y el miedo de los ciudadanos para gobernar.un ignorante srn estudios nunca llega a conocer.sus derechos y sus obligaciones.