El conductor del camión oyó ruidos y avisó a los agentes del Puerto de Melilla.
La Guardia Civil localizó a cuatro inmigrantes ocultos en el doble fondo construido en una batea de un camión, que se encontraba en el puerto de Melilla, donde iba a embarcar en el buque con destino a Málaga, según una información de la agencia Efe.
En una nota el instituto armado se indicó que los inmigrantes fueron interceptados en la zona habilitada de preembarque, donde se dispone el aparcamiento de las distintas bateas, camiones y otras plataformas para realizar el primer registro de estos vehículos articulados.
A la llegada al puerto de una de esas bateas, propiedad de una conocida agencia de transportes que embarcaba vacía de retorno a la península, su conductor, de forma espontánea, mantuvo una conversación informal con los agentes de registro advirtiéndoles de que "había oído un ruido seco y extraño en la parte trasera".
Esta advertencia hizo que se realizase un minucioso examen de la zona de carga que se encontraba limpia y sin ningún objeto, que dio como resultado la localización de un doble fondo, bien construido, al final de esa zona, colindante con la parte delantera de la cabeza tractora.
Doble fondo
En esta parte, se había diseñado un doble fondo de unos cuarenta centímetros de ancho, panelado con madera, chapa, silicona y pintura, con objeto de dar apariencia de normalidad y ser su forma originaria, induciendo a error en su examen a simple vista.
Todo apunta, según los primeros indicios, a que el habitáculo había sido construido por los propios "polizones", sin descartar la posible connivencia de alguna otra persona, ya que, tras ser descargadas, las bateas se aparcan en lugares públicos.
En el interior de ese espacio se localizaron también algunas botellas de agua, ropa y mantas, pudiendo ser el sonido que oyó el conductor la caída de una de esas botellas y que fue lo que alertó a los agentes actuantes.