El proyecto para implantar la frontera inteligente en Beni Enzar tendrá que esperar a que el comercio atípico se concentre en un solo paso fronterizo, ya sea en un Barrrio Chino remodelado o en la nueva frontera que se proyecta abrir en Melilla. Así lo explicó ayer el jefe superior de Policía, José Ángel González, durante un encuentro con la prensa local.
González apuntó que cada mañana, cuando se abre la frontera de Beni Enzar, esperan para entrar en Melilla unas 5.000 personas, la mayoría de ellas porteadores, y es imposible controlar a tanta gente una por una.
Influye sobremanera, aclaró, el hecho de que el comercio atípico se haya multiplicado por tres o por cuatro en los últimos años.
No hay que olvidar que el intento de la Delegación del Gobierno de concentrar el tráfico de bultos en Barrio Chino tuvo que quedar aparcado ante la presión de la Asociación de Comerciantes de la Frontera (Acsemel), que, tras ponerse en práctica esta decisión, protestó por el bajón que pegaron sus negocios.
El proyecto de frontera inteligente, anunciado en el año 2015 y que estaba previsto que se licitara en 2016, contempla la implantación del reconocimiento de parámetros biométricos en los accesos del principal paso fronterizo de la ciudad.
Cinco millones
No obstante, el jefe superior de la Policía defiende que sigue en pie la intención de invertir cinco millones de euros en Beni Enzar para hacer de este paso, una frontera internacional propia del espacio Schengen.
González recordó asimismo, que el problema de la fluidez en el tráfico en los pasos fronterizos de Melilla no depende solo de España. Pese a que el comisario alabó las “excelentes” relaciones que tiene nuestro país con Marruecos, no pasó por alto el hecho de que en ocasiones el tráfico está controlado en nuestro país, pero se embotella del otro lado. “El desorden o el caos que se pueda organizar no depende nunca de la Policía española”, recalcó.
El jefe superior también dijo que es un “tópico” que el atasco se deba a la falta de personal en la frontera, como denuncian los sindicatos policiales, porque “no tiene nada que ver la gente con la desorganización”.
Prueba de ello, insistió, es que si del lado marroquí el paso es ordenado, en España no hay problemas. “Lo que hacemos es que hasta que Marruecos no organiza sus flujos, pues nosotros no abrimos el paso”, dijo.
González dejó claro, además, que tanto el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, como el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, trabajan para normalizar la situación en la frontera.
Por eso, recalcó, es importante reordenar el tráfico de porteadores y dirigirlo a un solo paso fronterizo de Melilla, ya sea Barrio Chino, previa reforma, o la quinta frontera que se quiere abrir.
El jefe superior señaló también que es prácticamente imposible mantener el flujo actual de porteadores en Beni Enzar con los cuatro carriles colapsados.
De ahí que se haga indispensable abrir un nuevo paso fronterizo o remodelar Barrio Chino para que absorban el comercio atípico.
Sólo así, concluyó José Ángel González, se conseguirá que Beni Enzar sea una frontera europea como La Junquera (entre España y Francia) o cualquier otro sitio del espacio Schengen.