Después de un año de cierre, de restricciones de movilidad, de horarios y de aforos limitados debido a crisis sanitaria provocada por el coronavirus, se respira un aire de esperanza con el avance de la vacunación y se abre el horizonte de la recuperación económica.
Melilla, previo a la pandemia, sufría una grave crisis. La aduana comercial fue cerrada de manera unilateral por Marruecos en el 2018, en los años siguientes decenas de comercios del centro bajaban sus persianas porque les era imposible seguir adelante con sus negocios.
Tras la Feria Internacional de Turismo (Fitur) 2021 se hace una apuesta fuerte por atraer a visitantes de otros puntos del país y del mundo. La oferta de minicruceros durante los fines de semanas es una alternativa para aquellos que quieran descubrir este rincón de España en el norte de África.
Pero la convicción y el objetivo de avanzar en materia turística va más allá. Desde el Patronato de Turismo se ofrecerán paquetes para este verano con hasta un 50 por ciento de descuento y se bonificará el transporte del turista pero también y, por primera vez, el transporte y el alojamiento en cualquier emplazamiento hotelero de la ciudad.
El impulso del turismo llevará consigo la dinamización de la economía y de la actividad hostelera que está abierta a recibir a los visitantes después de vivir un duro año.
El Patronato de Turismo busca que la ciudad sea visitada por el mayor número de personas posibles. Melilla es un enclave español en el norte de África que guarda años de historia, bellos parajes naturales, un buen clima y que cuenta con la calidez y cercanía de su gente.
La ciudad necesita recuperarse, dejar atrás los años de crisis y reflotar su economía. Para ello será necesario replantearse el modelo actual y poner en marcha nuevas alternativas para generar empleo y riqueza, pero también mucho trabajo, empeño y ganas de querer construir una Melilla mejor.