La estabilización de los datos de contagio de coronavirus, con una bajada en la incidencia acumulada respecto a semanas anteriores, aunque la ciudad se mantenga en riesgo extremo, y la flexibilización de las restricciones, ha hecho que entremos en lo que se denomina la ‘nueva normalidad’.
Una situación que puede llevar a engaño desde el momento en el que esto se confunde conun fin del peligro, lo que puede llevar a un rebrote, a una subida de casos y a mayores riesgos como los que ya hemos vivido con anterioridad. No se puede olvidar que el virus está aquí y que sigue matando. Ayer se llevó la vida de otro melillense, la víctima número 97 de esta pandemia en Melilla.
Los datos nos invitan a la reflexión y a seguir adoptando medidas que eviten que esta situación vuelva a tornarse en complicada. Las instituciones hacen lo suyo ofreciendo la infraestructura necesaria para vacunar lo más rápido posible a la población objetivo, con tal de estar inmunizados este verano. Eso ayudará a mejorar la situación y a que la ciudad pueda volver a respirar, mejorando una situación sanitaria que incidirá directamente en una mejora económica.
La ‘nueva normalidad’ está para ser respetada, para que todos sigamos igual de implicados en esa lucha común contra el virus, evitando situaciones de riesgo que puedan llevarnos a lo peor.
Los datos hospitalarios siguen preocupando al igual que los posibles ingresos que puedan derivarse si hay quienes no se cuidan y quienes adoptan posturas irracionales cuyas consecuencias sufre toda la ciudadanía.
Si tenemos los medios, si tenemos la información, solo hace falta la empatía para que todos unidos hagamos piña en contra del coronavirus.