Hoy se desvelará la incógnita sobre que sucede con aquellas personas menores de 60 años que recibieron la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca, suspendida la segunda dosis a raíz de algunos casos inusuales de trombos.
Así, la Comisión de Salud Pública analizará la seguridad del inyectable de la empresa británica y determinara que pasos se van a seguir.
Desde que se paró la administración del segundo pinchazo de esta vacuna, aquellos que ya habían sido inoculados con el compuesto han vivido con gran incertidumbre como se iba a resolver la situación y se les han mantenido a ciegas, sin ser informados. Nadie duda de que la decisión de las autoridades sanitarias de detener la administración de está vacuna ha ido orientada a salvaguardar la salud de los ciudadanos, pero se ha demostrado poca empatía con ellos. En un momento de pandemia como el que estamos atravesando, la Administración tiene que se muy cuidadosa a la hora de evitar generar nuevas incertidumbres, hay que ser claros y rápidos en las respuestas que lo ciudadanos necesitan para confiar en nuestro plan de vacunación y en nuestro sistema sanitario. Retrasar las decisiones o mostrarse dubitativo no hacen más que generar una desconfianza que en estos tiempos es poco deseable.
Respecto a la evolución de la pandemia en Melilla, llevamos varios días registrando un descenso de los casos activos de coronavirus, lo que es sin duda una muy buena noticia. Ahora falta por ver si esta tendencia se mantiene el tiempo suficiente para poder reducir el número de infectados a una cantidad razonable. Por desgracia, el estado de alarma será finiquitado en pocos días y la retirada de la restricciones, a las que de momento no se han planteado alternativas, puede generar un efecto rebote rompa la dinámica positiva de los últimos días.
Mientras, aún no se ha dotado a la ciudad del necesario hospital modular que serviría de alivio al Comarcal en caso de que los casos se disparasen. Llevamos más de un año de pandemia y el refuerzo del sistema sanitario de la ciudad ha sido casi inexistente. Ojala no tengamos que lamentar no haber dotado de más medios a nuestros sanitarios.