Desde el pasado mes de diciembre Melilla cuenta con 21 nuevas viviendas en la calle Cuesta de la Viña. Se trata de viviendas de protección oficial (VPO) destinadas al alquiler social y que se han llevado a cabo con fondos estatales. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana entregó a la Ciudad Autónoma este edificio de 21 pisos destinados al alquiler social, para los que se realizó una inversión de 3,6 millones de euros.
La empresa adjudicataria que ha sido la encargada del llevar a cabo la construcción de estas viviendas ha sido Garube Obras y Servicios S.A. y lo hizo por una licitación final de 2.526.402,29 euros, con el IPSi incluido. Es una empresa cuyo domicilio social se encuentra en Madrid pero que lleva más de una década operando en la Ciudad de Melilla, donde ya han realizado diversos trabajos, como también las doce viviendas de protección oficial de la calle Tadino de Martinengo y otras 35 viviendas en la calle Maanan Benaisa Mimun.
Estas obras situadas en la calle Cuesta de la Viña se han realizado en un suelo que es de titularidad de la Ciudad Autónoma y que se puso a disposición del Sepes, la Entidad estatal del Suelo, a fin de que se construyeran nuevas viviendas destinadas al alquiler social y se permita la regeneración de una zona urbana que estaba deteriorada en el centro de la ciudad.
El arquitecto técnico, Antonio de la Fuente, quien ha sido el jefe de obra de estas obras, explicó a El Faro, que las viviendas de la calle Cuesta de la Viña se han construido en un periodo de dos años y que constan, además de 21 viviendas, también de 21 trasteros y 21 plazas de garaje. La licitación de estas obras ha sido finalmente de 2.526.402,29 euros, con el IPSI incluido.
En cuanto a las características de las viviendas, hay de tres tipos, aunque la gran mayoría son de tres dormitorios con dos cuartos de baño, una cocina y un salón. Hay solo una vivienda de un dormitorio, que se encuentra en la planta baja del edificio y también cuatro viviendas de dos dormitorios; el resto, dieciséis, son de tres dormitorios.
En concreto, la edificación completa consta de tres plantas de siete viviendas cada una. Tienen un patio interior, bastante grande y a modo corrala, por el que se accede a las viviendas de forma interior. En ese espacio se ha elaborado una pequeña zona ajardinada, como se puede ver en las imágenes. En total se ha realizado una construcción con 3.286 m² construidos, de los que 2.512 m² corresponden a las viviendas y zonas comunes, 619 m² a los garajes y 155 m² a trasteros.
“Son viviendas de unas calidades muy buenas, tanto en carpintería, como en aislamiento e instalaciones”, explicaba De la Fuente, incidiendo en el buen acabado y remate de la misma. Además, el arquitecto técnico quiso destacar el importante capital humano que se ha requerido para poder llevar a cabo estas obras, y no se ha olvidado de aquellos que han hecho posible su elaboración.
El autor del proyecto de estas 21 viviendas es el arquitecto Francisco Miguel Gómez Martínez, y en el equipo de Garube Obras y Servicios, ha estado el arquitecto técnico Antonio De la Fuente Gago, como jefe de obra; la dirección de la obra, por parte de Ignova Proyectos en Melilla, con los arquitectos Fernando Barceló Galindo y Ángel Gallego Montiel; por otro lado en la coordinación de seguridad y salud, el ingeniero técnico industrial Mohamed Mohamed Mohamed; y en el control de calidad con SIAM ingeniería y Control, la ingeniera técnico aeronáutico Carolina Potous Merino.
Esta obra ya se entregó formalmente el pasado 18 de diciembre de 2020. Ahí fue cuando se realizó la recepción con las autoridades locales, entre las que estaba el presidente de Melilla, Eduardo de Castro, y el consejero del área de Infraestructuras y Urbanismo, Rachid Bussian, y la viceconsejera de Vivienda y presidenta de Emvismesa, Yonaida Sel-Lam.
En agosto de 2020 se publicaba en el BOME la orden para empezar el proceso de adjudicación de estas viviendas de promoción pública de la calle Cuesta de la Viña. Solo podían presentar las solicitudes en Emvismesa aquellos colectivos referidos en orden de adjudicación ya que se trata de viviendas destinadas al alquiler social. Por ello, la Ciudad Autónoma estableció una serie de cupos a tener en cuenta a la hora de adjudicar estas viviendas, por ejemplo, un cupo para movilidad reducida, otro para víctimas de violencia de género, otras que están en situación de realojo por arraigo, etc. Tras esto, se elabora una lista de adjudicatarios con la vivienda, se efectuó una sorteo o una propuesta de adjudicación por el órgano competente.