Estimado Sr. Ábalos, nos hemos alegrado del anuncio de su inminente llegada a nuestra Ciudad, en su calidad de ministro de Transportes, para llevar a cabo dos inauguraciones de inversiones públicas. Ojalá tuviera que venir con mucha más frecuencia por ese motivo pues significaría que el Estado invierte en nuestra Ciudad más allá de las que se han realizado en la valla fronteriza y que, aunque se nos asigne en los PGE, no son para Melilla.
Dicho esto, pasamos a señalarle alguno de los problemas que tenemos en esta tierra alejada físicamente del resto de España y que no son consecuencia exclusiva de la pandemia que nos asola. Unos son de su competencia y otros de sus compañeros del Consejo de Ministros, principalmente, Exteriores e Interior. Por eso, no vamos a hablarle de los menas, de los CETIs, de la inseguridad ciudadana, del fracaso escolar, de la dependencia hidrológica de una depuradora que sigue fallando, etc. y nos centramos en materias de sus competencias.
En primer lugar, del transporte marítimo. Agradecemos, sobre todo las navieras, que haya escuchado la petición del Puerto de Motril para incluirlo en la OSP junto a los de Málaga y Almería y que se haya formalizado la ayuda urgente para compensar las pérdidas de los meses en que se ha limitado la entrada y salida de nuestra Ciudad. Pero no estamos de acuerdo en que se califique de “histórico” el futuro contrato marítimo cuyas condiciones particulares se han publicado recientemente. Se ha dado un paso atrás en frecuencias semanales (de 14 a 12), se ha reducido el número de billetes que se pueden acoger al precio máximo que se ha fijado (solo 250) y que además se incrementan respecto los del anterior contrato, la posibilidad de permitir buques de hasta 25 años sin exigir que, al menos, hayan sido remozadas sus instalaciones en un plazo inferior, no se ha tenido en cuenta que en los buques RO-PAX no se admiten mercancías peligrosas de uso vital como el oxígeno hospitalario u otras de consumo habitual (aerosoles, pinturas, etc.) y se debería haber exigido, al menos, un servicio semanal de un buque ro-ro para ello. Y el importe, aunque supere el del anterior y llegue casi a los 12 millones, nos parece insuficiente. En comparación al de la Isla del Hierro -en población y en distancia cubierta- nos corresponderían 24 millones anuales. Haga las cuentas.
En cuanto a la bonificación del transporte marítimo de mercancías llevamos desde que se aprobaron los PGE 2018 -y ampliada en los actuales- pidiendo que se desarrolle el RD que permita aplicar la misma para Melilla como ya disfrutan las islas.
Del transporte aéreo. Estamos contentos que la UE haya aceptado declarar la OSP para conexiones con Granada, Sevilla y Almería, pero seguimos teniendo unas conexiones insuficientes y poco atractivas para el futuro desarrollo turístico de nuestra Ciudad, una de las pocas salidas que podemos tener a corto para cambiar la estructura económica de Melilla. Conocemos que se ha aprobado el cambio de categoría del aeropuerto a C3 que permitirá la llegada de aeronaves con más radio de vuelo, pero no entendemos que se tarden cuatro años – como indicó el director del mismo- para que se ejecutasen las obras necesarias.
En el Puerto de Melilla y como consecuencia del cierre unilateral de la aduana comercial por parte de Marruecos en agosto de 2018, el tráfico marítimo exterior de contenedores ha desaparecido completamente y la asfixia que supone el cierre fronterizo por el COVID ha supuesto una bajada de casi 1/3 del tráfico de mercancía de cabotaje y del 72% del de pasajeros respecto al 2019. De los 600 mil pasajeros perdidos, casi la mitad correspondían a la OPE y en la que Marruecos ha prohibido que se usen los puertos de Ceuta y Melilla sin que el Gobierno de España dijera nada al respecto al igual que no lo ha hecho desde agosto de 2018 ante el bofetón diplomático del cierre de una aduana existente entre dos países “amigos”.
No hemos entendido que desaparecieran casi 300 millones de los PGE aprobados en 2018 para la ampliación exterior del Puerto de Melilla y no solo como instalación portuaria al uso -que no hace falta- sino como creación de nuevos terrenos capaces de albergar industrias contaminantes, nocivas o peligrosas (central térmica, incineradora) y poder acoger otras que pudieran instalarse en el futuro. Esperamos que para ello se usen los Fondos “Next Generation” que encajan tanto en el Objetivo “Infraestructuras y ecosistemas resilientes” como en el de “Transición Energética Justa e Inclusiva” de las 10 Políticas Palancas 2021-2023 del Programa “ESPAÑA PUEDE”.
Hemos pedido en varias ocasiones a la delegada del Gobierno en Melilla que nos facilitara una reunión con usted para tratar estos temas porque sabemos que es en Madrid donde está la solución a nuestros problemas. Suponemos que, o no se lo ha dicho, o no ha tenido usted hueco disponible para nosotros en estos casi dos año y medio.
En junio de 2019 su compañera Reyes Maroto nos dijo a los melillenses: “no hemos tenido la interlocución que nos hubiese gustado, pero sin duda la voluntad del Ministerio es volver a Melilla muy pronto y definir un proyecto de ciudad donde el comercio y el turismo se pongan al servicio de la creación de la riqueza y el empleo que la ciudad necesita”. Lamentablemente, sus palabras se las llevó el viento de Poniente. Que disfrute usted de su estancia en nuestra Ciudad y si hace alguna declaración o nos promete algo concreto, esperamos que sus palabras no se las lleve también el viento…ni el de Poniente ni el de Levante.
Muchas gracias