El presidente de Acome se mostró confiado en la vía diplomática para arreglar la situación y lamentó que no hayan acudido autoridades del Gobierno a Melilla.
En vista de los últimos acontecimientos acaecidos en el puesto fronterizo de Beni Enzar y de la visita del ex presidente del Gobierno, José María Aznar, la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome) ha querido pronunciarse al respecto. Así lo hizo en la jornada de ayer su máximo dirigente, Enrique Alcoba, quien, ante todo, quiso aclarar que el bloqueo no entró en fase de ‘tregua’ gracias a las gestiones de los comerciantes del Rastro y El Polígono, sino por la inminente visita del ministro del Interior, José Alfredo Pérez Rubalcaba a Rabat,
“Si lo que dice dicha asociación es cierto, entonces no nos hacen falta los diplomáticos, ni los ministros, ni los gobiernos”, ironizó el presidente de Acome, “prefiero confiar en el diálogo entre ambos países, las agrupaciones de comerciantes no estamos para entrar en juegos políticos”.
En cuanto a las últimas visitas de dirigentes del Partido Popular, José María Aznar y Esteban González Pons, apuntó que este tipo de gestos “son siempre bien recibidos”, aunque también destacó que las valoraciones políticas las deben realizar los partidos. Además, recalcó que lo deseable es que, a estas alturas, hubiera acudido a la ciudad alguna autoridad del Gobierno central. “No nos toca interpretar las connotaciones políticas de estas visitas, todos los apoyos son bienvenidos, pero lo lógico hubiera sido que llegara algún representante de la Administración del Estado”, añadió.
El bloqueo, “una broma”
Al hilo de su intervención, también sopeso las consecuencias económicas y sociales que ha tenido el bloqueo en Beni Enzar, el cual tildó de “broma pesada”, pues recordó que han sido continuos los anuncios de que se iba a paralizar la entrada de productos en la ciudad para, acto seguido, desmentir tales afirmaciones.
“Es inconcebible que 20 personas consigan paralizar una frontera”, agregó, “el perjuicio ha sido para ambos países. Además, a nivel mediático hemos dado una mala imagen”. De igual modo, señaló que la situación generó una gran incertidumbre entre los comerciantes locales, pero que aparte de eso, y de varios días en los que no se pusieron a la venta ciertos productos, como el pescado, apenas se han registrado incidentes o consecuencias graves.
“Ambos países han perdido con estos sucesos”, remarcó. “Si Marruecos quiere conseguir que la zona adyacente a Nador siga prosperando económicamente, debe atender a razones y poner punto y final a la situación”, señaló en referencia al complejo turístico de Saidia y a las empresas españolas establecidas en él.
Fluidez en la frontera
También se pronunció sobre el funcionamiento del puesto de fronterizo de Beni Enzar durante la última década, pues recordó que, pese a las mejoras realizadas, no se ha conseguido que el paso de personas y vehículos sea tan fluido como sería deseable.
En este sentido, mostró su deseo de que ambos gobierno lleguen a un acuerdo para establecer los medios humanos necesarios con tal fin. “Las colas que se dan son, en muchas ocasiones, inhumanas. Estamos condenados a convivir, por lo que el paso de un país a otro aún tiene que mejorar bastante”. No obstante, concedió que con la apertura de varios carriles de tráfico rodado, la situación había ido a mejor en cierto medida, aunque “no lo suficiente”.
No le quedó más que añadir su deseo de que el próximo lunes, momento en el que Rubalcaba llegará a la capital del reino alauita para hacerse cargo de la situación, las aguas vuelvan a su cauce.
“Confío en las versiones oficiales y en las negociaciones diplomáticas para resolver el problema, el resto no significa nada para mí”, sentenció en referencia a la Asociación de Comerciantes del Rastro y el Polígono.