La Federación de Construcción y Servicios de CCOO explicó a El Faro que si hay un balance claro del pasado 2020 en dicho ámbito es el déficit de especialistas en la ciudad para desarrollar las obras. Escayolistas y encofradores son dos de esas profesiones más especializadas de las que carece Melilla un número suficiente. Ya era una demanda de los sindicatos contar con más especialistas, pero la pandemia ha dejado al aire esta carencia, ya que los trabajadores transfronterizos que ocupaban estos puestos, no han podido entrar en la ciudad casi desde hace un año. Y eso ha dejado a muchas obras en la ciudad trabajando a medio gas e incluso paradas.
CCOO también subrayó el déficit de formación que hay entre los trabajadores de la construcción en Melilla para desarrollar trabajos muy específicos. Se lleva demandando a la administraciones esta cuestión desde hace años, pero el cierre de la frontera ha provocado que se haga una realidad esa falta de especialistas en la construcción durante estos meses de pandemia. Y es que la mayoría de los trabajadores muy especializados en este ámbito son transfronterizos y, dentro de poco, hará un año que ya no pueden pasar a Melilla para desarrollar sus profesión.
La cualificación
El sector de Construcción de CCOO destacó que si ya había un déficit de especialistas, se ha agravado la situación con el cierre de la frontera. Y además, tampoco ha podido venir mucha gente de la península a trabajar a Melilla porque hay problemas para poder moverse con normalidad por las restricciones, aunque por temas de trabajo se permitan los desplazamientos.
El sindicato subrayó que tanto el Servicio Público de Empleo como la propia Ciudad, a través de los Planes de Empleo, debían dar una solución a esta falta de especialistas. La crisis sanitaria no sólo ha dejado al aire las deficiencias en temas sanitarios, sino también en áreas como la construcción o la hostelería, añadió. Por ello, cree que se puede analizar esta situación y de una vez organizar formación para que los numerosos ciudadanos que hay en paro puedan tener esa cualificación y, luego, un trabajo del que hay demanda. Hay un yacimiento de empleo y no se está atendiendo a la demanda.
Y es que, en relación con esto último, CCOO apuntó que ha habido personas que se han intentado formar en construcción para poder ser contratados ahora que hacía falta ese tipo de profesional. Pero insistió en que sin una formación especializada para que se pueda acceder a profesiones aún más específicas dentro de la rama de la construcción.
Transfronterizos
En cuanto a la situación de los trabajadores transfronterizos, muchos de ellos dedicados a la construcción, CCOO indicó que no hay nada que hacer si no se cambia sus estatus. Se le considera una persona que trabaja en Melilla, pero vive en su país de origen, con lo que ni siquiera cuenta como un extranjero con determinados derechos laborales en España.
De hecho, el sindicato subrayó que se incumple con ellos el estatuto de los trabajadores, en varios puntos, porque no hay contratos fijos, sino lo que dure el permiso. Además, no tienen garantías laborales, como contar con un finiquito o una ayuda por desempleo, a pesar de que pagan todos sus impuestos y con unas retenciones altas en el IRPF.
Este tema se abordó a nivel nacional, pero no se ha conseguido que se puedan incluir ni en el tema de ayudas por ERTE.
Aseveró que conocen por sindicatos marroquíes que hay muchas familias en una situación extrema y que incluso están vendiendo sus muebles para contar con algo de dinero. Y es que esos trabajadores transfronterizos no ven futuro en su país tampoco para encontrar un trabajo.
CCOO indició que parecía que esta pandemia iba a durar unos meses, pero la situación se ha alargado y hará pronto un año del cierre de la frontera. Y ellos siguen sin tener una solución.
Y uno de los factores que implica esta situación que se ha alargado en el tiempo es que ya hay profesionales de Melilla cogiendo experiencia y, quizás cuando se pueda abrir la frontera, no haya tanta demanda de trabajadores transfronterizos especializados porque la gente de Melilla ya cuenta con algo más de experiencia.
Para el sindicato, Melilla se adaptará, como ha hecho de forma histórica, a la situación y los perjudicados serán los propios trabajadores marroquíes cuyo país cerró la frontera sin dar una solución a estas personas, por ejemplo, habilitando un pasillo para personas con permiso legal de trabajo.