Evitar el contacto directo con agua que tenga cloro es una de las recomendaciones para el verano.
La delegación de Melilla del Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía alerta de que el agua de playas y piscinas puede causar irritaciones en los ojos y transmitir infecciones oculares, como la conjuntivitis. Ojos rojos, quemazón, escozor, hipersensibilidad a la luz, sensación de cuerpo extraño y lagrimeo son algunos de los síntomas que se puede padecer.
Para evitar estas afecciones y virus, la entidad colegial recomienda extremar las precauciones higiénicas, especialmente en los niños, las personas alérgicas y aquellas que usan lentes de contacto. En este sentido, para impedir el contacto del agua se recomienda el uso de gafas de buceo así como gafas de sol para eludir la irritación por radiación ultravioleta.
La delegada en Melilla de este colectivo, Leticia Anavitarte, aseguró que “al igual que la piel, los ojos requieren cuidados especiales en verano. El cloro de la piscina y el agua del mar pueden provocar fácilmente daños en el ojo, que son evitables si se toman las medidas adecuadas”. Además, Anavitarte explicó que “el sol también es un elemento dañino en estos meses calurosos, cuyos efectos podrían remediarse con el uso de gafas de sol homologadas”.
Desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla también se indica que estos cuidados deben ser especialmente meticulosos con los más pequeños.