Melilla encendió ayer las tradicionales luces de Navidad, iniciándose uno de los periodos más esperado por los melillense. Por desgracia, este año tenemos encima la pandemia de coronavirus que desde principios del año azota al mundo.
Estas Navidades no van poder celebrarse de igual modo que en anteriores ocasiones y la seguridad sanitaria debe primar por encima de otras consideraciones. Precisamente ayer, el Gobierno local prorrogó el confinamiento perimetral y el confinamiento nocturno durante otros 14 días. Además, durante estas fiestas deberemos cumplir con las restricciones marcadas por las autoridades sanitarias respecto al número máximo de personas que pueden reunirse y se mantienen las limitaciones a la hostelería.
El virus no ha desaparecido, a pesar de que los casos de contagios activos se han venido reduciendo durante las últimas semanas, la situación sigue siendo grave. Si no somos capaces de cumplir con las normas y debido a los encuentros navideños se producen nuevos brotes de coronavirus volveremos a encontrarnos en una situación fatal.
Tanto desde el punto de vista sanitario como desde el punto de vista económico necesitamos abandonar es estadio epidemiológico en el que nos encontramos, no podemos seguir en esta situación por más tiempo y para ello es necesario que todos colaboremos.
Las fiestas que vienen son para compartir con la familia y los más allegados y este año, más que nunca, esta debe ser la premisa. Debemos evitar contactos innecesarios y ser sensatos. Si queremos que en 2021 el coronavirus sea solo un mal recuerdo, es imprescindible que seamos juiciosos en estas semanas que restan.