Las ciudades de Melilla y Ceuta, así como 15 Comunidades Autónomas solicitaron el apoyo de las Fuerzas Armadas en las labores de rastreo para la detección del COVID-19. En todo el territorio nacional se han solicitado 1.700 rastreadores, de los 2.000 puestos a disposición por parte del Ministerio de Defensa.
Melilla cuenta actualmente con 16 militares de diversas unidades que incesantemente trabajan mañanas, tardes y fines de semana en una intensa labor de rastreo del coronavirus. En septiembre la ciudad contaba ya con ocho rastreadores, y cuatro reservas, para cubrir las necesidades permanentes del Centro de Rastreo COVID-19.
Aunque posteriormente dicha plantilla se ha visto aumentada después de que el área de Salud Pública de la Ciudad Autónoma solicitase a Defensa ampliar doblar el cupo actual de rastreadores, por lo que el mes acabó con el apoyo de ocho nuevos rastreadores a fin de poder intensificar este trabajo de rastreo en la ciudad.
"La misión de los rastreadores que forman parte de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica es prestar apoyo a las autoridades sanitarias en la gestión de la crisis sanitaria mediante el empleo de rastreadores militares", señala el jefe de la Unidad de vigilancia Epidemiológica en la Comunidad de Madrid, Fernando García-Repáraz Pardo de Santayana, en un vídeo del Ministerio de Defensa en sus perfiles oficiales de redes sociales.