El contrato de obras para la ampliación de la desaladora de Melilla fue adjudicado a la empresa UTE FCC Aqualia, S.A., -Arpo Empresa Constructora por un importe total, sin impuestos, de 16.087.751 euros.
El anuncio de adjudicación de la obra señala fue la oferta más “ventajosa calidad-precio”. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir señala que la fecha de adjudicación definitiva fue el 29 de junio de este año. De la misma forma, indican que el contrato se formalizará transcurridos 15 días hábiles desde que se remita la notificación de la adjudicación a los licitadores y candidatos.
15 empresas habían ofertado para ejecutar estas obras en la ciudad que hará que Melilla pase a tener agua las 24 horas del día sin que se produzcan interrupciones en el suministro. El plazo de ejecución de la obra es de 27 meses, de los cuales 24 serán para la ejecución y tres meses más para la puesta en marca.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir es el órgano ce contratación y las condiciones de licitación indican que el proyecto está cofinanciado por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Otras obras
En paralelo a la construcción del cuarto módulo de la desaladora también se llevaría a cabo el levantamiento de una línea eléctrica paralela, así como también el cambio completo de la red de abastecimiento de tuberías de la ciudad, comunicaba Mohatar en octubre.
Desde la Ciudad se confiaba en que estas obras pudieran iniciar en septiembre de este año después de la adjudicación de la obra. De iniciarse en esa fecha, la desaladora podría comenzar a funcionar en diciembre de 2022.
La ampliación supondrá pasar de 20.000 metros cúbicos a tener 30.000, lo que significa que los melillenses podrán tener agua de calidad las 24 horas del día. De esta forma, el suministro de agua de la ciudad no tendrá que depender ni de los pozos, cuya salinidad es muy elevada, “ni de estar encorsetados a determinados horarios para tener o no agua”, afirmaba Mohatar en diciembre.
“Esto va a suponer que el suministro del agua va a ser constante las 24 horas del día, va a suponer también que los cortes de agua sean ya una cuestión del pasado; y sobre todo que vamos a tener agua de calidad, agua por ósmosis inversa, prácticamente como si fuera agua embotellada, y va a permitir pegar ese salto cualitativo y cuantitativo que tanto demandaban los melillenses”, explicaba el consejero de Medio Ambiente.