Melilla ha vivido un fin de semana de regreso al medievo, pero ya en la cabalgata de inauguración algún que otro personaje medieval se había llevado consigo algunos artilujios poco propios.
Así, esta damisela pocos apuros iba a pasar “enganchada” a un teléfono móvil y nunca llegará tarde a ninguna cena de ningún castillo con el magnífico reloj que luce en su muñeca. Una imagen simplemente anecdótica de muchos de los momentos que este Mercado Medieval ha dejado este fin de semana en los melillenses.