“Fue una locura, eran más de mil, por donde pasaba había delfines”, aseguró Imed, un melillense que ha estado navegando por la zona más de 35 años y que ayer salió, como un día más, a navegar con su familia. Aunque él está acostumbrado ver manadas de delfines, jamás las había visto un grupo como el de ayer y tan cerca de Melilla, pues debido al confinamiento, hay muchos menos barcos; además de que la patrulleras de Marruecos no les deja ir más lejos por el confinamiento. Ofrecieron a los delfines pescado que tenían, pero Imed contó que lo rechazaron porque estos los prefieren vivos.
Él está seguro de que se están acercando más a la costa de lo habitual porque hay menos barcos navegando. “Siempre van cazando en grupo, pero a 4 o 6 millas del cabo de Tres Forcas”, explicó. Contó que su sueño, después de haber nadado con delfines, es hacerlo con un tiburón.