Cada día que pasa por delante de nuestra realidad cotidiana, se me hace más difícil comprender esa realidad de los que nos gobiernan. No sé si algunos viven en el mundo de Alicia o en el de Liliput. Analicen o recuerden las declaraciones de los que se suponen son nuestros “dirigentes”. Esas son contradictorias o flores de un día. Me he entretenido en seguir o repasar lo que han dicho algunos o alguna de los que tiene conferido el poder por el odio revestido de cambio, no para la transformación de la ciudad.
Muchas de las manifestaciones han sido un decorado para tener espacio en la prensa, a ésta algunos le exigen que digan su “verdad”. Si realmente la prensa tuviera que publicar la verdad, no habría noticias políticas en los medios de comunicación.
Recordad lo que dijo el líder del partido mayoritario en el gobierno local ante la crisis económica, derivada del cierre de la frontera por el gobierno de Marruecos de forma injusta para los dos realidades transfronterizas. CPM anuncia una iniciativa legislativa ante “la situación catastrófica” de Melilla. El 5 de marzo. Ya no se acuerda ni él.
La consejera de Hacienda dijo que El Plan de Contingencia Económica ascenderá a 100 millones de euros. 21 de abril. Al día de la fecha tampoco sabemos nada.
Hay muchos más titulares o promesas no realizadas, pero han sido un espléndido titular. La política no es desiderátum cuando se gobierna, tiene que ser realidad tangible. Nadie interprete esto como un ataque a CPM, es el partido que más me duele cuando no cumple sus propuestas. Los demás para mí son intrascendentes.
Otro tema olvidado y que dio mucho que hablar a final de año es el del Centro de Menores La Purísima. Se le renovó a la empresa por un año con el compromiso de hacer un nuevo concurso, pues quedan seis meses y no se ha iniciado el expediente. Se han olvidado, lo mismo que de devolver las competencias al Estado.
La realidad del gobierno en tres partes es muy difícil de gestionar. No hay un liderazgo definido ni programa concreto, cada uno va su “bola”, no sólo entre los tres, sino en cada uno de los tres. No se fían de los demás, ni de entre ellos mismos. La única dirección clara es que el grupo mayoritario obedece al jefe sin rechistar, sin criterio propio.
El grupo del PSOE es una entelequia. No sé si son el gobierno local o un gobierno de la Delegación del Gobierno. El anuncio de medidas propias del gobierno local se hacen en la Delegación. El consejero Mohand no informa al presidente ni éste a él tampoco. Por cierto, en una reunión de los domingos con el presidente Sánchez, el presidente local se quejó de su consejero (sic).
En el partido socialista están viviendo un dilema muy fuerte, si abandonar el gobierno o hacer un pacto con Imbroda. El grupo está más que dividido, el liberal Mohand ( si el abuelo levantara la cabeza) defiende este acercamiento. De ahí si analizan las declaraciones del PP siempre van dirigidas al presidente, no al consejero. No hablan de los 300.000 euros que cuestan mantener a los marroquíes en la plaza de toros. Gloria Rojas es la que ha dicho la cantidad, pero no sabe “de corazón” a quién se le ha adjudicado la gestión. El PP calla para no molestar a los diputados socialistas. Si hubieran sido los cepemistas estarían ladrando cual dóberman por todas las esquinas.
El objetivo del PSME es colocar a los suyos de directores generales, ya tiene algunos, pero va nombrar de director general de coordinación y relaciones con el tercer sector ésta ya aparece en el Bome del día 12, director general de relaciones interculturales, director general de educación e igualdad. CpM va a nombrar un director general de empleo y comercio. Total 27 más 10 secretarios técnicos. Una barbaridad para doce kilómetros de municipio. No seremos autonomía pero la estructura de cargos es como si lo fuéramos. Para qué sirve tanto cargo. No han sido capaces, en casi un año, de cambiar a los directores generales que ellos mismos anuncian que van a cesar. Es un gobierno de políticos-funcionarios o de funcionarios-políticos, no sé qué es peor.
Estamos en la Fase I y el gobierno no se ha puesto a trabajar en la desescalada de la administración local, volverán a dejar en manos de funcionarios-políticos cómo hacerla, por lo que será arbitraria como ahora mismo. Trabajadores que no han ido a su puesto de trabajo y otros casi todos los días. Las ayudas sociales a los desfavorecidos (tan pregonada) son una leve realidad para la gran necesidad efectiva de los ciudadanos. Es decir 2.000 cestas navidad o de ramadán, una política que no tiene nada que ver con la justicia social, sino más bien con la caridad decimonónica o de limosna. De las ayudas empresariales cero.
Como verán es para estar deprimido, porque mientras Melilla va hacia la catástrofe (según Aberchán el 5 de marzo), aunque ahora dice lo contrario. Ellos van a lo suyo.
La situación económica en nuestra Ciudad es más que preocupante. En artículo anterior propuse la reconstrucción del tejido productivo local. El gobierno no para de anunciar un plan de contingencia (nombre no muy acertado. Contingencia: Rae Posibilidad de que algo suceda o no suceda). Nuestra gran crisis económica ya ha sucedido. Les pido que hagan algo ya, lo que sea, porque nada es menos que algo.
Si Melilla tuviera un auténtico estatuto de autonomía no nos pasaría lo que nos está pasando, y es que tenemos que mendigar lo que nos correspondería por derecho propio.
Vuelvo al principio, como verán Melilla parece un decorado de intenciones (de hecho Estopiñán la conquistó con un decorado).También se asemeja a la disputa entre Liliput y Blefuscu que estaban permanentemente en guerra, principalmente por una disputa acerca de cómo cascar los huevos hervidos. Los liliputienses defienden la postura de que deben ser cascados por el lado más angosto, mientras que los blefuscuenses creen en cascarlos por el lado más grueso. Saquen su moraleja. Mientras sigamos discutiendo si son galgos o podencos, el vecino nos destruirá con tratado de buena vecindad y sin él. Es la hora que todos vayamos en la misma dirección: ser iguales en derechos políticos al resto de los españoles.