El primer lunes tras el real decreto para controlar la expansión del coronavirus amanece con menos gente por la calle. Se ven ciudadanos caminando solos con bolsas de la compra o con prisas por llega a algún lado y muchos ya llevan guantes y mascarillas. De hecho, trabajadores del reparto de alimentos y productos de higiene, así como los transportistas están adoptando medidas de protección personal ante la situación que vive Melilla.
En la noche del domingo la ciudad se acostó con 17 casos y, según acaba de indicar esta mañana de lunes el consejero de Política Social, que tiene las competencias de Salud Pública, Mohamed Mohamed Mohand, son dos de ellos los que presentan un cuadro más complicado aunque no sean colectivos de riesgo. Solo en el día de ayer se triplicaron los casos en nuestra ciudad y el presidente de Melilla, Eduardo de Castro, aseguraba que la situación iba a aumentar como estaba pasando en el resto de autonomías. De hecho, esta misma mañana Mohamed Mohand ha lamentado que hayan llegado este lunes 800 personas en barcos desde la península y se les ha pedido, casi exigido, que se queden 15 días en casa para evitar más contagios.
No es un lunes cualquiera
Un transportista que descargaba mercancía en una de las tiendas de alimentación del centro, de los pocos negocios que hay abierto en este momento en la ciudad, portaba no solo guantes para manejar la mercancía, sino también una mascarilla.
En su trayecto a la tienda se cruzaba con personas que llevaban sus compras. Algunos ciudadanos llevaban guantes, otros en cambio no llevaban nada más que las bolsas en las manos y muchas