EL NUEVO coronavirus no ha llegado aún a Melilla y la intranquilidad ya recorre la ciudad. Las redes sociales y los grupos de aplicaciones de mensajería instantánea arden con comentarios desinformados y alarmistas.
Es normal que la gente sienta desasosiego ante la incertidumbre que provoca la llegada de una nueva enfermedad con la que todavía tenemos que aprender a convivir. Porque al igual que la gripe A, el coronavirus es otro mal que ha llegado para quedarse.
Lo importante en momentos como este es mantener la calma, informarse y dejar que los profesionales sanitarios, que en nuestro país y en nuestra ciudad son excelentes, trabajen. No dejarse llevar por disquisiciones y rumores sin fundamento.
El nuevo virus presenta una letalidad inferior a la de la gripe y nuestro sistema sanitario está más que preparado para enfrentarse a ello.
Pero para que todo funcione, la ciudadanía tiene que colaborar. Colapsar las urgencias o los centros sanitarios ante la sospecha de padecer la enfermedad solo sirve dificultar que quien ralamente necesita asistencia no pueda recibirla en condiciones.
El protocolo marcado por el Ministerio de Sanidad es claro, ante la duda llamar al 112 y esperar en casa para ser atendido.
Tampoco tiene sentido crear el pánico por la cercanía con Marruecos. El país vecino está cumpliendo con creces su labor, como ha reconocido la OMS, por lo que no hay motivo para una preocupación especial en ese sentido.
Es labor de todos cumplir con las recomendaciones que las Administraciones están dando para minimizar el impacto que el virus pudiera tener en nuestra ciudad.