Las autonomías de Ceuta, Canarias, Madrid y Extremadura también sacan mala nota.
Melilla, Ceuta, Extremadura y Baleares, todas ellas con 3,5 puntos, son las regiones que suspenden en la aplicación de la Ley de Dependencia, aunque quienes ocupan las peores puntuaciones son Canarias –0,5 sobre 10–, Madrid –2– y la Comunidad Valenciana –2–, mientras que en cabeza se colocan Castilla-La Mancha, País Vasco, Castilla-León y Aragón, todas ellas con 8,5 puntos.
Las tres autonomías con menor puntuación “continúan empeñadas en privar a sus ciudadanos de los derechos que les reconoce” la legislación, según las conclusiones del VI dictamen del Observatorio de la Dependencia, difundido por la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales.
Aprueba Asturias –5–, y le siguen Cataluña –5,5–, Galicia –5,5–, Cantabria –6,5–, Navarra –7–, La Rioja –8– y Andalucía –8–.
En general, el informe constata una mejora en la implantación de la Ley que pasa de una puntuación media de 4,97 puntos –enero 2010– a 5,44 –junio 2010–.
La evaluación tiene en cuenta, entre otros, factores como el número de solicitudes, dictámenes y beneficiarios sobre el total de población, personas con derecho aún pendientes de prestación o servicio, integración efectiva en la red local de servicios sociales o alta de los cuidadores no profesionales en la Seguridad Social.
Además el informe destaca que continúa produciéndose un número “muy elevado” de solicitudes de reconocimiento de la situación de dependencia, unas 40.000.
También pone de manifiesto el hecho de que 242.000 personas “siguen” en el que denominamos “Limbo de la Dependencia” –personas que tienen reconocido el derecho a una prestación económica o servicio y que todavía no recibe–.
“Preocupa que no se estén reduciendo significativamente el número de personas que se encuentran en esta situación, teniendo en cuenta que 2010 es un año valle en el que no se incorporan nuevos grados y niveles al Sistema, algo que si que está previsto que ocurra en enero de 2011, por lo que en ese año esta situación puede alcanzar niveles muchísimo más elevados”, valora el Observatorio.