El centro histórico de la ciudad, Melilla la Vieja, se ha convertido en un espacio para que jóvenes y adultos coman, beban y dejen los desperdicios tirados en la zona. Esto se repite durante los fines de semana.
Quienes allí se reúnen, además de compartir colocan la música a un volumen alto, perjudicando a los vecinos de la zona. No se puede dejar de lado los coches que circulan a cierta velocidad, cuando por la zona hay niños jugando.
Cajas de pizza, vasos de plástico y desperdicios amanecen muchas veces tirados cerca de los bancos y en los miradores del centro histórico de la ciudad.
Para Manuel, quien está de visita en la ciudad , critica que se usen estos espacios para hacer botellón “es terrible, trágico”, y aboga por la conservación de estos espacios que son parte del encanto histórico y cultural de Melilla. “Eso debe eliminarse de raíz”, sentenció.
“Me parece algo terrible, venimos de conocerla y es algo horrible que se haga botellón allí”.
Por su parte Drifa, otra melillense, recuerda que esa zona es histórica por lo que su conservación y cuidado debe ser mucho mayor, “con el botellón ¿qué se hace? ensuciar, guarrear y están muchos borrachos porque no todo el mundo sabe beber”, dijo.
Sebas coincide con Drifa y cree que este patrimonio debería cuidarse mucho más. Por su parte, David, otro melillense, cree el utilizar estos espacios para hacer ‘botellón’ no debe hacer “mucha gracia a los vecinos de la zona, pero la juventud se ponen donde ellos quieren”.
A Cristina le da pena que se hagan botellones en Melilla la Vieja, “porque una cosa tan bonita, que han restaurado, con el botellón debería de ir a otro lado”.
Además del patrimonio histórico y cultural que representa Melilla la Vieja, es una de las ‘joyas’ para atraer turistas a la ciudad, por lo que muchos ciudadanos apuestan por su conservación y cuidado.
Son unos guarro y como dejan la carretera de la playa de horas los fines de semana y el caso es que tienen las papeleras enfrente, lo dicho unos guarro.