María Mendoza Martínez (26 de diciembre de 1992). Esta cantante melillense asegura que tiene una familia “maravillosa”. “Gracias a mis padres me considero una persona con muy buenos valores. De mi padre, Jesús Mendoza, he heredado la pasión por la música, las manualidades y el mundo del arte en general. De mi madre, Antonia Martínez, he heredado la generosidad, el buen hacer y el sentido de la responsabilidad”, subraya.
Esta melillense es la mayor de dos hijos. Su hermano Jesús es un “hombrecito ya”, aunque para ella “siempre seguirá siendo el niño". Hace tres años que su vida dio un giro total con la llegada de su hija Triana. “Ella es lo mejor que me ha pasado nunca, aunque ser madre no es un camino de rosas y no es, hasta que lo eres, cuando entiendes muchas cosas de la vida. Gracias a mi pareja, Juan Luis Reguero, lo llevo mucho mejor porque es un apoyo incondicional y no es fácil compaginar muchas de mis facetas sin él”.
En cuanto a su filosofía de vida, apunta que “hay que hacer siempre lo que uno quiera sin hacer daño a nadie, hay que procurar ser feliz porque la vida son dos días y no hemos venido a perder el tiempo ni a sufrir”.
–¿Cómo se describiría a nivel personal?
–Soy una persona demasiado impulsiva y eso me ha llevado a equivocarme mucho, pero también a aprender. A cabezonería no me gana nadie y creo que no es malo defender tus ideales sin faltar el respeto claro, aunque tampoco podemos ser tan perfectos siempre. Soy muy amiga de mis amigos, siempre tengo la sensación de que doy demasiado desde el principio, pero no me importa, me gusta ser así. Soy generosa y no soy nada materialista, prefiero antes un atardecer pescando en la playa que una anillo de diamantes.
–¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?
–Algo negro. Creo que es un color muy elegante y favorecedor. En mi caso es el color que casi siempre uso para mis conciertos con el grupo y eventos nocturnos en general.
–¿Le gusta llevar alguna joya? ¿Tiene algún significado especial?
–No, no soy de joyas. He llevado una medalla durante una temporada porque me reconforta mucho pensar que perteneció a alguien que ya no está, pero me aterraba perderla y me la quité.
–Expresión melillense que más use o que le llame la atención.
–“Yo lo flipo” (risas). Realmente no se si es melillense o no, pero yo la uso mucho cuando tengo que describir como me siento ante una situación surrealista.
–Un rincón de Melilla del que nunca se aburre de visitar.
–Aguadú. Cuando estoy agobiada me gusta ir allí porque me relaja ver el mar abierto y por un momento consigo evadirme un poco.
–Su libro favorito. ¿Cuándo leyó el último?
–No soy muy aficionada a la lectura, quizá es porque lo aborrecí en el instituto, al final me pasaba leyendo la última semana de vacaciones los cuatro o cinco libros que nos habían mandado para luego comentarlos. Pero sí que el último que me leí fue ‘Harry Potter y el legado maldito’ y ahora estoy deseando empezar ‘Vida después de la vida’, quizá para buscar algunas respuestas que de antemano ya se que no encontraré jamás.
–¿Películas o series? ¿Alguna favorita?
–Soy más de películas que de series porque me da mucho coraje esperar una semana un capítulo para que luego no pase nada aunque las veo también. Me gustan mucho los documentales, pero, sobre todo, las películas de miedo, no de sangre, de casas encantadas, fantasmas, etc.
–Mi tiempo libre lo dedico a...
–Inventar. Yo siempre estoy inventando y además es una de las frases más usadas de mis padres, “ ya estás inventando, miedo me da”. Si no estoy haciendo manualidades estoy pintando la casa o me voy a pescar toda una noche o estoy cantando, lo que se me ocurra, pero tiene que ser de inmediato, yo no tengo espera.
–Un recuerdo de la infancia.
–Los veranos en la casa de Marruecos, me pasaba las horas entre las rocas, cogiendo cangrejos para pescar o pescando con las manos, llenar garrafas de coquinas con mi madre y montar de vez en cuando la tienda de campaña. Hasta ir al pozo a coger agua era una aventura, ¡qué recuerdos!
–Un juguete.
–Una cocinita que adoraba y que tuvo un desenlace fatal (risas), ¿verdad papá?
–Su fiesta favorita.
–La noche de Reyes. Es la noche más bonita, mágica y emocionante del año. Gracias a mis padres y mi entorno hoy en día la sigo viviendo como una niña.
–¿Cocina? ¿Se le da bien?
–Si, siempre he tenido buena mano para la cocina y soy más de cuchara, lentejas, cocido, patatas con carne… Pensaba que era de lo más difícil de hacer y me he sorprendido porque todo me ha salido a la primera.
–No puede resistirse a un plato de...
–Pollo amarillo. Un pollo en salsa que hace mi madre de una receta de estas que pasan de madres a hijos y que siempre hacía mi abuela.
–¿Qué tarea del hogar no soporta?
–Quitar los restos de comida del fregadero cuando lavas los platos. Es superior a mí. Y tender la ropa, me pongo muy nerviosa emparejando los calcetines (risas).
–¿Personaje histórico que le llame la atención?
–Beethoven. Me parece increíble que compusiera obras de tanta envergadura en sus circunstancias.
–Si pudiera viajar al pasado, ¿a qué época le gustaría ir?
–Me gusta mucho la época de los egipcios, pero también me produce mucha curiosidad saber cómo empezó todo y tener la verdad absoluta por encima de la ciencia y la religión.
–¿Viajaría al futuro?
–No creo. Me da mucho vértigo pensarlo.
–¿Es supersticioso?
–No me gustaría, pero a veces sí.
–¿Se arrepiente de algo?
–Sí, eso lo llevaré siempre conmigo.
–¿Cuál es su principal miedo?
– No quiero parecer agorera, pero realmente le tengo mucho miedo a la muerte, ya sea la mía o la de la gente a la que quiero. Cada persona tiene una forma de encarar esta situación, ya sea por religión o resignación. Yo lo llevo realmente mal y evito pensarlo.
–Algo que deteste de usted mismo.
–Detesto cuando no soy capaz de reconocer que me estoy equivocando, aunque sé que lo estoy haciendo y prefiero seguir metiéndome en el barro.
–Un lugar de ensueño para ir de vacaciones.
–Me gustaría ir a Las Maldivas, a una cabañita en el agua con el suelo transparente. Quizá cuando me case.
–Si le tocara la lotería…
–Ayudaría a mis padres y mi hermano. Si fuera una cantidad de estas astronómicas, me encantaría tener un barco, de siempre lo he querido. También me gustaría tener una habitación más para poder tenerla exclusivamente como estudio que ahora mismo lo tengo en el salón.
–Un chiste.
-Mamá mamá, ¿de dónde venimos?
-Hijo, venimos de Adán y Eva.
-Pero papá me dijo que venimos del mono.
-Hijo, una cosa es la familia de tu padre y otra la mía.