Ropa, zapatos, bisutería, material escolar, del hogar... y un sinfín de productos que se pudieron encontrar en el centro de Melilla, concretamente en las calles O’Donnel y Chacel. El evento, organizado por Proyecto Melilla, tiene como objetivo dinamizar la zona centro y atraer a los consumidores a ella desde el mediodía hasta las ocho de la tarde.
Desde primera hora ya había ambiente en las calles, con familias, jóvenes o curiosos que buscaban qué ofertas había. “Estamos dando una vuelta y mirando. Suelo comprar por la zona, por lo que ya conocía el centro y ahora estamos mirando los productos de esta tienda, que a mi niña le gustan mucho”, contó Rosa, que miraba junto a su hija el puesto de un comercio.
A medida que pasaban los minutos tras abrir la feria, las dos calles se iban llenando de personas que tenían la fecha anotada y otras que se la habían encontrado por casualidad. La idea es que en cada edición vayan participando más comercios del centro, una zona bastante castigada económicamente durante los últimos años.
“He venido a echar un vistazo a ver qué hay. Me he comprado unos pendientes y ahora estaba mirando estos zapatos, que me parecen estupendos. También he descubierto una tienda de decoración que no conocía. Me parece bien la iniciativa, aún no he visto toda la feria y me parece bien que se puedan descubrir nuevos lugares”, explicó Aurora, que aprovechó que los precios estaban rebajados.
Modesto,, que acababa de entrar a la feria, relató que “hemos venido para ver las ofertas, que nos dijeron que había buenas rebajas y hemos venido a ver si encontramos una buena pieza de ropa”.
Una pareja, Paloma y Pedro, que miraban unos artículos de decoración para Navidad, contaron que les gustaba la actividad porque le da vida al centro que “está decaído”.
Toñi, una de las comerciantes, aseguró que el día estuvo “estupendo”, porque hacía buen clima. Esta, propietaria de una tienda de decoración, declaró que “no todos tenemos las mismas rebajas”. “Yo he hecho unas rebajas estupendas”, argumentando que puso en venta artículos que sus clientes habituales ya conocían y quería liquidarlos. Explicó que había llegado a hacer rebajas de hasta “el 80 por ciento”. Toñi es la tercera vez que participa en la feria y le parece que está “muy bien”, pues esta anima a la gente a moverse por el centro, “que falta hace”.
Tras la hora de comer es cuando se esperaba el mayor número de afluencia de personas, ya que el tiempo acompaña y los melillenses aprovechan para salir a la calle y tomarse algo.
Los comerciantes, en general, valoraron muy bien esta actividad y hubo viandantes que pidieron además, que se hiciera todas las semanas, “como se hace en Málaga”, declaró una mujer. Solo queda conocer los resultados de este día.
Muy mal pues de ven contar con los vendedores habulante que tambien pagamos nuestros impuestos rigurosamente