La sección sindical afirma que Zapatero ha roto “la confianza y el diálogo social”.
La rebaja salarial a los empleados públicos no ha sentado nada bien entre el colectivo ni tampoco a la sección sindical de CSI-CSIF en el Ayuntamiento. Su responsable, Francisco Gómez Jiménez, aseguró ayer que esta iniciativa “es una ilegalidad manifiesta que a cualquier otro mortal le habría costado el trabajo y la cárcel”. Y es que, el paquete de medidas anticrisis de Rodríguez Zapatero rompe años de “confianza y diálogo social”, según dijo el representante sindical.
“Nosotros nos sacrificamos y firmamos en su día un acuerdo con el Gobierno dejándonos en el camino muchas reivindicaciones”, y no conformes, aunque resignados a congelar sus nóminas, consideró “un hurto” que se les reste un cinco por ciento, tal y como propuso Zapatero.
Por ello, Gómez dijo desconfiar en que en 2013 el Gobierno central vaya a satisfacer económicamente la pérdida adquisitiva de los empleados públicos de los dos próximos años, punto incluido en el último acuerdo firmado por todos los sindicatos con el Gobierno central.
Para reforzar su discurso y documento en mano, el responsable sindical aseguró que entre los años 1982 y 2002 el funcionariado “ha perdido poder adquisitivo en un 39,78 por ciento”.
En este sentido, añadió que el paquete de medidas anticrisis de Rodríguez Zapatero “no solucionará el alto índice de desempleo ni paliará el déficit fruto de su mala gestión que nos está llevando a la ruina” y se preguntó “¿por qué todas estas medidas no las hizo hace dos años en la época de vacas gordas?”.
Por ello, Gómez sentenció que a Zapatero serán “los españoles quienes le pongan en su sitio y pagará así su propia incompetencia”.