La Unión Deportiva Melilla debería haber jugado en la mañana de este sábado ante el filial del Celta de Vigo. El encuentro estaba programado para el mediodía, pero la huelga de Iberia impidió ayer el desplazamiento de los azulinos. Ahora los clubes tienen que ponerse de acuerdo para recuperar dicha cita, pero la liga continúa en el Grupo I de Segunda División B y los de Víctor Cea no pueden bajar el nivel de competitividad. Por ello, el técnico madrileño ha programado un partido de entrenamiento esta mañana. La plantilla de ha dividido en dos, once contra once, y se han jugado dos tiempos de 25 minutos con una intensidad máxima, como si se tratara de un verdadero duelo liguero. Para completar la convocatoria se han incorporado al entrenamiento Kemel, jugador juvenil, y Naufel, del equipo Regional. Azules contra blancos, con Luis Masero dirigiendo una de las escuadras y con la otra bajo la tutela de Álex Fernández. Mientras tanto Cea ha seguido las evoluciones de ambos equipos desde un punto elevado de la grada, para no perder detalle de lo que ocurría sobre el césped. El resultado era lo de menos en el día de ayer. El objetivo no ha sido otro que engrasar aún más la maquinaria azulina, mantener la tensión que genera el torneo oficial, pulir aquellos fallos que aún detecta el cuerpo técnico y subir el nivel de juego en los capítulos ofensivo y defensivo. Se han visto buenas jugadas de transición, combinaciones exitosas, pinceladas individuales y se ha trabajado alguna que otra acción a balón parado. El amistoso ha concluido con victoria por 3 a 1 para los azules, con goles de Naufel, en jugada personal, Juanmi Carrión, en una acción de picardía con Ricardo de Miguel, y David Ramos, de bella vaselina. Por parte blanca ha anotado Carri desde el punto de penalti. Al finalizar, Víctor Cea ha reunido a todos sus jugadores en el césped para intercambiar opiniones, ensalzar los aciertos y, sobre todo, buscar soluciones a los desaciertos en el juego. Hay que seguir creciendo de cara al partido del próximo fin de semana en el feudo del Internacional de Madrid Boadilla. Antes, toca descanso, este domingo no habrá entrenamiento, y el lunes se volverá al trabajo, en esta ocasión en La Espiguera.