La espera está a punto de acabar: si no hay filtraciones nocturnas, si nadie falla a la palabra dada a los superiores, Melilla despejará la mañana de este jueves, a las 09:30, las dudas que rodean desde hace días la formación del nuevo Gobierno: quién hará qué, es decir, la relación de nombres que vincula consejeros y viceconsejeros con consejerías y viceconsejerías.
Diversas filtraciones amenazaban la víspera con romper el pacto de silencio entre Eduardo de Castro, Gloria Rojas y Mustafa Aberchán: si hasta este mismo miércoles por la mañana no había habido fisuras, pasado el mediodía, justo después de que el presidente confirmara el anuncio de la composición de su Ejecutivo, empezaban a tomar fuerza algunos rumores y presuntas filtraciones. Quizás alguno se convierta en noticia. O no.
En una votación que fue noticia nacional el 15 de junio, Eduardo de Castro se hizo con la Presidencia de Melilla después de casi dos décadas de Gobierno de Juan José Imbroda.
Aquel sábado, hace ahora dos semanas y media, el único diputado de Ciudadanos en la Asamblea melillense para esta legislatura sumaba al suyo los votos de CpM (ocho) y PSOE (cuatro).
A pesar de que llevaba tiempo diciendo que su apoyo nunca haría presidente ni a Juan José Imbroda ni a Mustafa Aberchán, la noticia sorprendió a muchos, a casi todos.
Sin bastón y gritos de “traidor”
Las imágenes y el sonido de la sesión de investidura celebrada en el Salón Dorado trascendieron hasta el punto de que, no solo Melilla, sino también el resto de España pudo comprobar cómo la elección se producía en un ambiente crispado y entre gritos de “traidor” proferidos al propio De Castro cada vez que alguien pronunciaba su nombre.
El traspaso de poderes de aquel día dejó otra imagen: la ausencia del bastón de mando que, en una imagen típica donde las haya, el alcalde o presidente saliente cede a su sucesor.
Esa imagen, aunque con matices, sí se produjo una semana después, el sábado 22 de junio, durante la toma de posesión de Eduardo de Castro como presidente, trámite que el calendario legal sitúa tras la publicación del nombramiento en el BOE y el BOME, algo que ocurrió el miércoles 19 de junio.
Pero no fue su antecesor, sino Dunia Almansouri, en calidad de vicepresidenta primera de la Asamblea, quien se lo entregó: nadie del PP acudió a la toma de posesión, una ausencia por la que también optaron los dos diputados de Vox.
Negociaciones y reproches
El camino que ha transcurrido desde aquel 15 de junio en que Eduardo de Castro entró en la Asamblea como diputado y salió como presidente después de casi veinte años de imbrodismo ha estado plagado de conversaciones y negociaciones para formar el 'Gobierno del cambio', que verá este jueves la luz, pero también de reproches y acusaciones varias por parte de la oposición.
El PP pidió su dimisión
Entre otras cuestiones, Vox se refiere al máximo responsable de la Ciudad como “presidente interino”, mientras que, el martes, el PP pidió la dimisión del presidente si no era “capaz de formar el Ejecutivo local” el miércoles como muy tarde.
Ese plazo terminó ayer; hoy Eduardo de Castro, Gloria Rojas y Mustafa Aberchán presentan el 'Gobierno del cambio'.
Desde la investidura del presidente hasta el nombramiento de consejeros y viceconsejeros la crónica política de Melilla también ha estado ocupada por la cuestión de los fuegos artificiales, los presuntos robos en la Asamblea coincidiendo con el cambio, la petición de Vox para que se impugne la votación o la denuncia del PP por presunta prevaricación administrativa.
Esperanza e ilusión
Eduardo de Castro quiere que esta legislatura se recuerde como la de la “esperanza”, según dijo a El Faro durante su primera entrevista como presidente un día después de su investidura.
Horas antes de presentar su Gobierno ha propuesto “ilusión y hacer las cosas de otra manera” para dar respuesta a “lo que está pidiendo la ciudadanía”.