Marina y Nuria García, hijas de la melillense fallecida en 2014 después de que le suministraran contraste yodado en el Comarcal, pese a que en su historia clínica constaba que era alérgica al yodo, continúan en la batalla judicial contra los médicos a los que ellas consideran responsables de la muerte de su madre, Francisca Gutiérrez.
“Espero justicia. Espero una condena. No buscamos dinero. Queremos un reconocimiento del hecho. Queremos poder ir al cementerio y llorarla, pero poder decirle: ‘Puedes descansar en paz, que se te ha hecho justicia’”, comenta a FaroTV Marina García.
Han pasado casi 5 años desde que Francisca Gutiérrez ingresó en el hospital Comarcal por una infección de orina y terminó muriendo. Su cuadro clínico empeoró, según la familia, después de que le suministraran contraste yodado antes de someterla a un TAC de abdomen sin que ninguno de los facultativos que la atendió se percatara de que en su historia clínica constaba su alergia al yodo.
En un primer momento la juez que instruye el caso decretó el sobreseimiento provisional, pero Marina García recurrió la decisión y su recurso fue tomado en cuenta. El jueves 25 de abril declaró como testigo el entonces responsable de la UCI, que tras la muerte de Francisca reconoció a la familia que el suministro de contraste yodado estaba detrás del empeoramiento del estado de salud de la paciente y les animó a denunciar el caso.
De momento hay cinco médicos investigados por homicidio imprudente en el caso de la muerte de la madre de Marina y Nuria y ambas se plantean además actuar contra el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) y ampliar la investigación a personal de triaje relacionado con el caso.
Marina espera y desea la apertura de juicio oral porque, en su opinión, hay indicios de que la actuación médica fue determinante.
Una pequeña victoria
De momento, esta melillense, que desde la muerte de su madre estudia Derecho y está siendo representada por Francisco Damián Vázquez, abogado del Defensor del Paciente, ha conseguido la dimisión del presidente del Colegio de Médicos de Melilla, imputado por supuesto homicidio imprudente en el caso del fallecimiento de Francisca.
Queda por delante que los hermanos de Marina sean llamados a declarar como testigos, junto con su abuela, su tía y el esposo de ésta en un caso en el que los hijos de la fallecida y la Fiscalía se presentan como acusación particular.
El responsable de la UCI
Hace apenas cinco días, el pasado jueves 25 de abril, declaró en los juzgados de Melilla, en calidad de testigo, el médico F.L., que en 2014 era responsable de la UCI en el Hospital Comarcal. En esencia explicó que al enterarse de que a Francisca Gutiérrez le habían inyectado contraste yodado siendo alérgica al yodo se puso “pálido” y preguntó al técnico de radiología para saber qué había pasado y éste le explicó que no traía la pulsera que advierte sobre alergias.
Según explica, en la historia clínica en papel si constaba que la madre de Marina García era alérgica al yodo, pero no así en el programa digitalizado HPDOCTOR, al que tienen acceso todos los médicos del hospital.
Para él estaba clara la relación entre el contraste yodado y el empeoramiento de Francisca porque en el programa HPDOCTOR constaba que a las14:11 horas le pusieron el yodo y que a las 14:15 tuvieron que intubarla.
Sin embargo, una investigación posterior del Ingesa arrojó que el TAC se lo hicieron a la fallecida a las 13:00 horas, lo que a posteriori lleva a pensar al responsable de la UCI que pudo ser un coadyuvante de la situación de la paciente, pero no puede afirmar al 100% que el contraste yodado sea el responsable de su muerte.