Este pasado fin de semana se cumplió una nueva jornada de competición en el grupo quinto de la Segunda División B del fútbol sala español donde militan las escuadras del Melistar y el Sporting Constitución. Ambos representantes locales demostraron su enorme potencial en la presente temporada sumando el triunfo en sus correspondientes partidos de competición liguera.
El Sporting derrotó en el pabellón Guillermo García Pezzi de nuestra ciudad al Victoria Kent, uno de los rivales más directos de los melillenses por eludir los puestos de descenso de categoría, por el resultado de 3-2, en un partido muy completo por parte de cada uno de los jugadores dirigidos por Raúl Cuenca que sabían a la perfección lo que se estaban jugando en esta jornada.
Este próximo fin de semana no habrá competición liguero debido al parón que sufre el grupo quinto de la Segunda División B del fútbol sala español por la Semana Santa. En dos semanas el cuadro dirigido por Raúl Cuenca se tendrá que desplazar hasta tierras extremeñas para disputar su partido frente al cuadro del Jerez.
El conjunto del Melistar se volvió a enganchar en su lucha por terminar la competición en la tercera plaza de la clasificación general, que es la que da derecho a la disputa de las eliminatorias de la Copa del Rey durante la próxima temporada, al sumar el triunfo a domicilio ante el conjunto del Bujalance FS. Los melillenses se aprovecharon a la perfección del pinchazo que sufrió el Sima Peligros, su máximo rival por la tercera posición. El próximo compromiso de los melillenses será en el pabellón Javier Imbroda de nuestra ciudad y el rival será la Coineña, otros de los grandes equipos de este grupo nacional y que llegará a tierras melillenses con la única intención de sorprender al cuadro melillense ya que en la tabla clasificatoria se encuentran colocados con los mismos puntos.
Los dos equipos melillenses que militan en este grupo nacional están realizando una temporada a pedir de boca como así lo atesoran los números que están sumando cada uno de ellos, a pesar de la dureza que tienen cada uno de los rivales a batirse.