“El deporte tiene que ser el vínculo de unión con todo el mundo, independientemente de las capacidades que se puedan tener”, afirma Miguel Martínez Esparza, presidente del Club de Montaña ‘Anyera’, que ha participado en la séptima edición de la Carrera Africana de la Legión de Melilla. “El deporte tiene que abrir las puertas a todo el mundo, debe facilitar la integración”, declara el deportista ceutí.
Entre las filas de su equipo figura Agustín de Sousa García, también conocido en su tierra como ‘Capitán caballa’. Aunque según comentan sus padres y sus compañeros de equipo, tras su paso por la competición melillense, el joven se plantea cambiar su apodo al de ‘Capitán africano’. Pero es algo que aún está por ver.
Agustín tiene parálisis cerebral, pero a sus veintidós años, esto no le supone un impedimento para poder participar en grandes eventos deportivos como La Africana. Él, junto al resto de su equipo compiten para superarse en cada una de las pruebas y conseguir que el deporte sea accesible para todo el mundo.
De esta forma, arropado por otros seis compañeros, sus impulsores (él es la séptima pieza del equipo), terminó el recorrido de la carrera de este fin de semana subido en una ‘joelette’, una silla todo terreno con una rueda adaptada para paseos y carreras en recorridos de montaña.
La historia de este equipo comienza con Agustín, “con sus ganas de poder hacer cosas y de querer superarse”, explica Juan Manuel Ríos, uno de sus impulsores y compañeros en el Club ‘Anyera’. El joven se hizo socio del Club de Montañismo, y desde ahí se fueron uniendo varios de sus miembros como componentes de un equipo con el fin de poder participar e ir haciendo cosas que van saliendo.
José Manuel cuenta que lo que hace especial a su equipo es poder unirse, empezar y terminar una carrera juntos. “Mirarlo a él y ver cómo quiere que corramos, cuando parte del equipo no quiere correr; él nos va picando a unos y a otros”, cuenta entre risas mirando al ‘Capitán caballa’ mientras toma su mano.
Compañerismo africano
Miguel Martínez Esparza ha participado en otras ocasiones La Africana; sin embargo, realizarla junto al resto de compañeros caballas de ‘Anyera’ y con Agustín ha sido una experiencia enriquecedora. “Ha sido una jornada de compañerismo puro, de ir tirando unos de otros”, declara el presidente del club.
“Cuando no queríamos correr, aquí el campeón empezaba con sus gestos y sus miradas, y teníamos que trotar, así poco a poco llegamos a la zona del cuartel”, explicó Miguel, quien se deshace en agradecimientos por todas las atenciones que recibieron por parte del Tercio de la Legión.
Ahí, en la zona de avituallamiento, Agustín pudo tener une espacio donde poder comer y tomar su medicación, así como poder cambiarse, mientras el resto de sus compañeros se terminaban de reponer para continuar con la segunda parte de la ruta.
Quizá el parte más complicada de la carrera fue el momento en el que tenían que pasar por el pantano de las Adelfas. Miguel afirma que, a pesar de haber realizado en otra ocasión esta competición, no se acordó entonces de lo que era pasar por ese tramo tan complicado, donde los escalones, la pendiente y la estrechez dificultaban la subida.
Sin embargo, en esa localización contaron con la ayuda de la ONG IAE (Intervención, Ayuda y Emergencias), y entre todos pudieron subir ese tramo tan duro. “Fue muy emocionante llegar hasta arriba de la carretera, y luego desde ahí pudimos continuar ya hacia la menta con las pilas puestas”, cuenta animado el participante ceutí.
¿El mejor momento?
A la hora de elegir el mejor momento de la carrera, Miguel afirma inmediatamente que desde el momento en el que salen. “Es que Agustín te da alas, no tienes dolores de nada porque vas en todo momento pendiente de él”, relata, afirmando que en esos momentos no era consciente ni siquiera de su nivel de cansancio.
Solo fue el instante en el que llegaron a la meta cuando fue consciente de todo el esfuerzo que habían hecho. “Pero en esos momentos en los que vas pendiente de él, todos son bonitos, porque cada uno tiene su historia”, relata emocionado.
Llegar a la línea de meta...
Aunque sin duda uno de los mejores momentos para cualquier deportista suele ser el de cruzar la línea de meta. En esos instantes, Miguel dice que se mezclan muchas sensaciones y cree que cada uno tiene un motivo distinto de por qué está en ese lugar, y por eso las sensaciones pueden ser muy personales.
Pero probablemente todos coincidirán en la satisfacción de haber entrado juntos en la meta y de ver a Agustín feliz.
El mejor premio de la carrera
Quizá el momento más especial de los que relatan es cuando reciben la llamada del atleta Rubén Delgado, cinco minutos después de llegar a la meta y hacerse con el podio. Se cruzaron en un momento del recorrido, el almeriense volvía y ellos estaban casi empezando su carrera. Miguel relata que se abrazaron tras encontrarse, son muy buenos amigos.
Pero lo que no esperaba el presidente del Club ‘Anyera’ era recibir la llamada de Delgado poco después contándole que había llegado a la meta y que su trofeo era para el joven ‘Capitán caballa’. “El campeón de La Africana le ha dado el trofeo a Agustín”, cuenta Miguel emocionado y casi con lágrimas en los ojos.
Así, Agustín se ha llevado quizá el recuerdo más bonito de todos: el trofeo del campeón de La Africana y el recuerdo de una carrera inolvidable. Además, de una bandera de la Legión dedicada por el propio Rubén Delgado, que podrá colgar con orgullo ‘africano’ en casa.