El informe ‘Los derechos de los niños y niñas migrantes no acompañados en la frontera sur española’, publicado ayer por Unicef, alerta sobre que la mitad de los menas en España abandona los centros de acogida porque el sistema de atención no los protege.
Según la organización, los servicios a disposición de los menores no otorga las suficientes herramientas y oportunidades a estos niños para salir adelante. Muchos de ellos quieren estudiar pero pasan el tiempo sin recibir la formación necesaria para que puedan labrarse un porvenir.
La falta de medios y de personal es la principal razón para no poder ofrecer a los menores los servicios que necesita un joven de su edad. La saturación de los centros de tutela lastra las posibilidades de estos chicos, y mientras no se dé una solución a esta situación cada vez serán más los que no quieran quedarse en ellos. El principal riesgo para estos menores reside en que acaben en la calle, convirtiéndose en objetivos de redes de explotación o se refugien en la droga y la delincuencia.
El Estado debe asumir una responsabilidad total con estos niños, no solo cubrir sus necesidades básicas, sino facilitar los medios para que puedan formarse y salir adelante.