El ministro de Exteriores de España, Josep Borrell, informó que planea tener una tercera reunión con el Gobierno marroquí para tratar el cierre unilateral que Rabat decretó el pasado 1 de agosto de la aduana comercial con Melilla, en el puesto fronterizo de Beni-Enzar. Los Gobiernos de España y Marruecos acordaron en septiembre crear grupos de trabajo para buscar una salida al problema. Han tenido dos encuentros y espera uno próximo para resolver el problema.
Los ministros de Exteriores de España y de Marruecos, Nasser Bourita, defendieron su modelo de cooperación en la lucha contra la inmigración ilegal y criticaron a los que se inclinan por el “unilateralismo y el egoísmo nacional”. Estos encuentros ocurren durante la visita de Estado de los reyes de España al país magrebí.
Aporte al país
Borrell indicó que “cerrar los puertos de un país de una forma unilateral y desconsiderada para el conjunto del problema, que es de todos, no puede ser una solución”, haciendo alusión a la política migratoria de Italia de negarse a acoger barcos con inmigrantes. Ejemplificó que los 800.000 marroquíes que viven en España, “hacen una aportación muy importante a la economía y se han integrado”. Considera que una inmigración ordenada y positiva puede ser positiva para todas las partes. Bourita siguió en la misma línea y agregó que el “unilateralismo” hace que países como Marruecos y España sufran las consecuencias de esas decisiones.