Los sindicatos de docentes iniciaron ayer una serie de movilizaciones en los centros educativos como medida para visibilizar el estado de la educación en la ciudad. La primera de las concentraciones, que se extenderán hasta mediados del próximo mes, se realizó a las puertas del CEIP Anselmo Pardo, que como muchos otros centros se encuentra saturado. Desde hace años, la ratio en Melilla está disparada, pero los maestros apuntan que las matriculaciones de niños sin padrón que se produjeron a principios de este curso han provocado que la situación sea aún más insostenible.
La decisión de la Dirección Provincial de Educación de introducir a decenas de nuevos alumnos, sin reforzar las plantillas ni mejorar los equipamientos, ha desembocado en una situación que no beneficia ni a docentes ni a alumnos. Es lo que sucede cuando se empieza la casa por el tejado, tomando una medida de carácter político, sin aportar las herramientas necesarias para su implementación y no habiendo medido las consecuencias que pueda acarrear.
El resultado es que el sistema educativo melillense se ha resentido y se ha deteriorado. Ahora, el servicio que reciben los ciudadanos que pagan sus impuestos es peor.