Los vecinos ya no pueden más, ya se han cansado. El barrio del Real saldrá hoy a la calle para exigir que se erradique la prostitución que se ejerce en numerosas calles de la zona desde hace años. Tanto de noche como de día.
En pleno debate en el país sobre la legalización o abolición de la prostitución, los vecinos del Real se quejan de la inseguridad que genera esta ‘actividad’ en el barrio, que soporta gritos y peleas a menudo y que, además, tiene que sufrir a los coches que recorren la zona en busca de este ‘servicio’. Algunos de ellos van incluso bebidos al volante, lo que también provoca inseguridad vial.
Al margen de la comprensible preocupación que supone para los vecinos, el problema es complejo. Los ciudadanos del Real, la Ciudad, la Unidad contra la Violencia de Género, Melilla Acoge, partidos políticos y sindicatos han dado a El Faro su visión sobre esta ‘práctica’.
La mayoría de las mujeres en situación de prostitución en Melilla vienen de Marruecos. Y tienen varias cosas en común: están separadas o divorciadas, con hijos a su cargo y se encuentran en una situación de precariedad, según explican desde Melilla Acoge, asociación que trabaja con ellas. El colectivo subraya que, en la mayoría de los casos, estas quieren dejar la prostitución pero no tienen muchas alternativas para ganarse la vida.
La responsable de la Unidad contra la Violencia de Género de Melilla, Elena Fernández Treviño, aboga por sancionar al cliente aunque desde la Ciudad alertan de muchos clientes son de Marruecos y esas multas no servirían de nada porque no se cobrarían.
La prostitución se mueve en un limbo de alegalidad. La solución no es fácil porque hay muchas variables que tener en cuenta. Pero está claro que hay que sentarse a debatir con todas las partes. Porque los vecinos del Real ya no pueden más.