¿Qué tiene en común un instituto de Melilla, con uno de Barakaldo (País Vasco), uno de Oleksandriya (Ucrania) y otro de Grombalia (Túnez)? En un principio nada, pero José Antonio Sánchez, profesor de Lengua Castellana y Literatura del IES Leopoldo Queipo, ha demostrado que no es así. Y mucho menos en la era cibernética.
Para entender mejor esta conexión es imprescindible hablar de ‘Anatomic @rt’, un proyecto colaborativo desarrollado principalmente en castellano y elaborado por Sánchez y sus homólogas vasca, ucraniana y tunecina.
“Tres profesoras y yo nos pusimos de acuerdo para que nuestros alumnos investigaran cómo se manifestaban las relaciones entre el arte y el cuerpo humano. Dividimos a nuestros estudiantes en grupos mixtos con nombres del partes del cuerpo (grupo boca, grupo ojos, manos…)”, explicó el profesor. La comunicación se hacía a través de una plataforma educativa mediante la cual investigaban, analizaban y construían un pequeño museo, con recorrido incluido.
Nuevas tecnologías
Esta actividad se ha podido llevar a cabo gracias a la plataforma europea eTwinning (perteneciente a Erasmus+), que dota a los centros participantes de herramientas para poder aprender, comunicarse y desarrollar proyectos con otros colegios a través de las tecnologías de la información y la comunicación.
“Fundamental era dar a entender cómo la cultura de cada uno se manifiesta en las relaciones biológicas, por ejemplo, entre las partes del cuerpo y el arte”, apunta.
Este proyecto, según señala Sánchez, obtuvo el ‘Premio Nacional eTwinning’ el pasado mayo. Otro de los importantes reconocimientos vino de la mano de la Unión Europea, que galardonó a este proyecto como “el mejor a nivel europeo en lengua castellana”. Este premio llevó a los profesores premiados a la conferencia anual de esta plataforma que tuvo lugar en Varsovia (Polonia) entre los pasados días 25 y 27 de octubre, donde recogieron el galardón.
Abriendo la mente
Para este profesor afincado en Melilla, este tipo de proyectos cuentan con una gran relevancia a la hora de aprender a conocerse a uno mismo. “Esto ha sido la mejor manera de poder conocerte a ti mismo. Cuanto más heterogéneo es el grupo al que le tienes que explicar cuál es tu cultura, te preocupas más por indagar en ella”, dice.
Del mismo modo, el profesor tilda de interesante la “enriquecedora” posibilidad que se le da a estos adolescentes de formar grupos mixtos y que puedan conocer una realidad cultural ajena sin necesidad de desplazarse.
“Han acogido el proyecto con mucha ilusión, les ha supuesto una apertura de mente. Además, se han dado cuenta de que no hace falta salir a viajar para conocer otros lugares”, apostilla. Este proyecto ha servido para que los alumnos de 4º de la ESO del centro Leopoldo Queipo puedan estrechar lazos entre ellos mismos. “Fue un grupo de 20 alumnos que yo tutorizaba el curso pasado. Entre ellos se formó una relación de convivencia muy buena”, matiza.
La internacionalización de los más jóvenes cada vez cuenta con más presencia y en los institutos de Melilla lo saben. Por eso, además de este centro, otros como el instituto Rusadir, el centro Pedro Estopiñán o el Pintor Eduardo Morillas también colaboran en unir a los habitantes más jóvenes de la aldea global.