El máximo responsable de gestión de la ONCE en el territorio andaluz y las ciudades autónomas defiende la labor que realizan con un juego social que apenas tiene el 6% de cuota de mercado.
La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) sacará mañana a la venta en todo el territorio nacional 5,5 millones de cupones con la imagen del Palacio de la Asamblea de Melilla. El pasado martes estuvieron en la ciudad el delegado territorial de la ONCE en Andalucía, Melilla y Ceuta, Cristóbal Martínez, y la presidenta del Consejo territorial, Isabel Viruet. FaroTV habló con ellos sobre la labor social que realizan y los obstáculos que tienen en el camino.
–Están en la ciudad presentando un cupón que llevará el nombre de Melilla por toda España. ¿Para qué sirve el dinero que se recaude?
-Cristóbal Martínez (C.M.): En primer lugar quiero agradecer la entrega que nos muestran los melillenses comprando cada día nuestros productos. Con ese gesto, la ONCE hace una labor social encomiable, que repercute en todos los ciudadanos con discapacidad visual en nuestro país. También, por supuesto, en Melilla. Y qué mejor manera de agradecer la solidaridad que con un cupón que representa la soberanía popular de los melillenses.
La gente tiene que entender que el fin de la ONCE no es vender juego. Éste es el único medio que tenemos para conseguir el fin, que es prestar servicios sociales que pongan a las personas con problemas visuales en las mismas condiciones que el resto de ciudadanos, para que palien sus carencias con rehabilitación, enseñanza, formación, nuevas tecnologías, empleo...
–¿Estaba preparado que tocara un cuponazo de la ONCE en Melilla el pasado viernes, justo antes de presentar el cupón?
-(C.M.): (Risas) Pues parecería que sí, pero la verdad es que no. Fue antes el viaje que el cupón.
–La ONCE ha sido generosa con los melillenses con un premio de 9,2 millones de euros.
-(C.M.): En esta ocasión ha sido un premio, muy, muy importante, pero es verdad que más allá de ése o de los muchos otros premios que caen en Melilla gracias a nuestro sorteo, lo importante es la labor que hay detrás de estos cupones, que esconde la historia de personas que tienen alguna discapacidad visual y que gracias a ese esfuerzo de muchos profesionales de la ONCE los superan y son ciudadanos de primera con los mismos derechos y obligaciones que el resto.
–¿Aquí en Melilla cuántos afiliados tienen?
-(C.M.): Aquí tenemos 90 afiliados y casi 40 trabajadores que pertenecen a Grupo ONCE o a nuestro Grupo de Empresas Ilunion Fundación ONCE y, además, dispuestos a acoger a más personas con discapacidad que se sumen a nuestra filas.
–¿Cuál es el perfil medio del afiliado de la ONCE?
-Isabel Viruet (I.V): La ONCE es como si fuera un triángulo con el pico hacia abajo. La parte más ancha la ocupan personas de la tercera edad y conforme van bajando afortunadamente cada vez tenemos menos niños con discapacidad visual gracias a los avances tecnológicos que se van produciendo. Antiguamente había enfermedades que producían una discapacidad, una ceguera y hoy se resuelven con cierta facilidad gracias a la ciencia.
–A veces pensamos que Melilla está un poco separada del mundo, que estamos un poco lejos de todas partes. ¿Cómo se organiza la ONCE para tener en cuenta a la ciudad?
-(C.M.): La ONCE siente a Melilla muy cerca. Para nosotros Melilla está tan cerca como cualquier otro lugar. Y nos da tanta alegría y si no más, venir a la ciudad. Nos sentimos muy orgullosos de lo que representa la ONCE aquí.
–Isabel, tengo entendido que usted es algo así como la presidenta del Parlamento de los afiliados en la ONCE.
-Isabel Viruet (I.V.): El 4 de diciembre del año 2014 en unas elecciones internas que se realizaron dentro de ONCE, los afiliados depositaron su confianza en mí y me eligieron en las urnas de una manera democrática. Para mí es un grandísimo orgullo y una grandísima satisfacción contar con el apoyo de casi 16.000 personas y poder representarlos.
–El pasado sábado, cuando se anunció el cuponazo de la ONCE en Melilla, se dijo que Hacienda coge un pellizco del 20% del premio que da la ONCE. ¿Cómo asumen el sablazo del ministro Montoro?
-C.M. Lo asumimos con resignación, como cualquiera de los clientes a los que les toque ese premio. Para la persona que le toque, lo importante es recogerlo, más allá de lo que suponga el impuesto, pero no lo entendemos y creo que nuestros clientes tampoco. Estamos hablando de un juego social que con muy poquita cuota de mercado, apenas el 6% tiene detrás una enorme labor y responsabilidad social de sacar adelante la vida de más de 67.000 personas. Cómo con tan poquito, hacemos tanto. La ciudadanía no lo entiende y nosotros tampoco. Lo importante es que toque.
–Imagino que la ONCE sintió la crisis económica como la sintió todo el país. ¿La gente sigue comprando cupones?
-(C.M.): En cuanto al juego en general, la crisis empezó antes y lógicamente cuando llegó vino a agravar ese problema en recaudación. Cada vez hay más juegos. Muchos de ellos, aunque son legales, no son sociales en su inmensa mayoría y por tanto la competitividad es muy grande.
Eso significa que los operadores, que cada vez somos más, recaudamos un poquito menos. Desde el año pasado estamos vendiendo un poquito más que el año anterior. El ciudadano es consciente de que en un juego social, más allá de que te toque o no, es muy importante que la persona se sienta cómplice de esta labor que realiza la ONCE.