En una entrevista que hoy publica este periódico, el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, hace una estimación del positivo impacto que tendrá en la limpieza de la ciudad el nuevo contrato, y el pliego de condiciones que lo respalda, adjudicado a la empresa que se encarga de la recogida de las basuras.
Por lo que desvela el consejero, se ha realizado una concienzuda labor en el análisis de las peculiaridades de Melilla para poner en marcha una nueva gestión de residuos que mejore la calidad del servicio.
La limpieza de la vía pública ha sido uno de los principales caballos de batalla del Gobierno local, no en vano muchas de las quejas de los vecinos se deben a la suciedad de las calles y las basuras que se amontonan fuera de los contenedores.
A través del nuevo plan no sólo se pretende mejorar la dotación de medios para realizar las labores de forma más eficaz, con la compra de vehículos adaptados a las necesidades de la ciudad y la instalación de un sistema de recogida puntero en Europa, también se fija el objetivo de mejorar el porcentaje de material reciclado con la introducción del contenedor amarillo, para los envases y los plásticos, y la puesta en marcha de cinco puntos móviles para la recogida de materiales especiales como radiografías o fluorescentes.
Ahora, lo que nos toca a los ciudadanos es ser más sensibles con el tema de los residuos. Debemos concienciarnos de que por muchos recursos que el Gobierno ponga a nuestra disposición somos nosotros los que realmente podemos lograr que Melilla tenga una imagen más cuidada y atractiva.
Debemos ser más pulcros a la hora de depositar la basura y concienciarnos de que es nuestra obligación cuidar de la ciudad. Mejorar nuestra calidad de vida está en nuestra mano.