La Ciudad decidió ayer enviar una carta al presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, para explicarle “la situación insostenible” que vive Melilla por el alto número de menores extranjeros no acompañados (menas) que acoge actualmente. El portavoz del Ejecutivo local, Manuel Ángel Quevedo, destacó que fue un punto que se aprobó fuera del orden del día en el Consejo de Gobierno. Subrayó que hay una “masiva entrada diaria” de menas. Resaltó que la Ciudad ha notado “un repunte” de esta llegada de menores “por razones internas de Marruecos”. Pero insistió en que para Melilla la situación es “grave e insostenible”.
Quevedo explicó que sólo entre el miércoles 26 y el jueves 27 han entrado 30 chicos y eso significa que La Purísima tiene albergados a 634 estos días.
Asimismo, el portavoz del Ejecutivo local indicó que el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, envió ayer varias cartas a varios ministros para darles a conocer este hecho y con la idea de buscar soluciones.
“Pero ha sido el Consejo de Gobierno el que ha decidido enviar una carta al presidente del Gobierno central para que tome medidas ante esto”, remarcó. En este sentido, puntualizó que una ciudad como Melilla no puede asumir esta cantidad de menores, que se puede comparar con todos los que acoge Andalucía, que es mayor en extensión y en habitantes, o más que otras regiones, como Cataluña o País Vasco, incluso en “números absolutos”.
Ventura informó por redes sociales de que había remitido cartas a los ministros del Interior, Asuntos Exteriores, Sanidad y Trabajo para pedirles medidas urgentes en materia de menores migrantes. “Espero la corresponsabilidad por parte del Estado ya que la inmigración es competencia exclusiva de este”, apuntó el consejero en su perfil de Twitter, donde también informó de que el pasado 23, envío igualmente una misiva al Defensor del Pueblo.
En concreto, al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, le advierte del momento “crítico” actual existente en Melilla como consecuencia de la entrada de niños de Marruecos. “La situación en los centros de acogimiento residencial de menores ha traspasado todas las alarmas, de tal forma que se encuentran al 400% de su capacidad”, se recoge en la carta, en la que también se subraya que los 15 millones de euros que se destinan a atender a este colectivo están “muy alejados” de los 4,1 millones que ofrece la Administración General del Estado.
En el escrito se habla de la “precaria situación” existente en el momento de la transferencia de la competencia de menores en 1998, cuando solo había una docena de empleados públicos dedicados a este ámbito y no se contaba con ningún centro propio, a diferencia del más del centenar de trabajadores y de los tres centros con los que se contaba en Ceuta.
Según Ventura, esta circunstancia “lastra desde dicha fecha el ejercicio de esta competencia”. El consejero dice que la dificultad de creación de más infraestructuras en una ciudad de apenas 13 kilómetros imposibilita “dar una atención adecuada” a los menores que acceden de forma irregular a la ciudad.
“Desbordados”
También le hace hincapié Ventura a Grande-Marlaska en que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del personal del perímetro fronterizo están “desbordados” por la presión migratoria de mayores y menores extranjeros.
Reconoce el consejero que las soluciones “son complejas” pero apunta que estas pasan “necesariamente” por la colaboración con Marruecos, país de procedencia de más del 95% de los menores que acceden a Melilla. “A la vista de la nula o escasa acogida del ofrecimiento del resto de las comunidades autónomas para acoger a estos menores, urge proceder a activar con el Reino de Marruecos el Acuerdo de Cooperación en materia de prevención de la emigración ilegal de menores no acompañados, su proyeccióon y su vuelta concertada”, se apunta en la carta en relación con el convenio de 2007.
El consejero señala que este instrumento permite la financiación a las familias en origen, un aspecto que señala Ventura que debería “ser sondeado”. Además, resalta que esto va en consonancia con la exigencia de colaboración internacional entre países de origen y de destino que recogen las dos últimas observaciones generales del Comité de los Derechos de los Niños el 16 de noviembre de 2017.
Ventura solicita que, de fracasar estas soluciones, se articulen “los mismos mecanismos” que se siguieron con la crisis de los cayucos en Canarias, sobre la base del acuerdo de colaboración suscrito entre el Ministerio de Administraciones Públicas y la Ciudad para la mejora del autogobierno de la misma.
Para finalizar, le advierte a Grande-Marlaska que es “extradamente factible que se produzca alguna desgracia o evento perturbador de la situación de estos menores” y le dice que el Gobierno central es “tan responsable o más” que la Ciudad de esto al tener en exclusiva la competencia en materia de inmigración.
En cuanto al ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, Ventura le dice que “es imposible soportar más presión en esta ciudad”. El consejero precisa que Melilla acoge a más de 850 menores en los centros de protección, 130 de ellos niñas. Se hace hincapié en que no se pueden construir más espacios.
En 2017 se acogió a 1.800 menores y este año, ya se superan los 1.600 los nuevos ingresos. Dice Ventura que no sería conveniente acoger a más de 260 menores, que es la capacidad de los centros existentes, por lo habla de lo conveniente de enviar a otras comunidades “este excedente de niños que saturan nuestros espacios”.
Ventura también relaciona el aumento de la inseguridad con el aumento de menores en la calle, asegurando que han subido los delitos de robo con violencia por jóvenes indocumentados. Recuerda que muchos tienen conductas adictivas.
El consejero finaliza diciendo que hace falta “un nuevo modelo de atención a este colectivo que atienda las necesidades de estos menores”.
Mi experiencia en julio con los menas fue práctica y vivida, pude ayudar a la alimentación y vestimenta de algunos de estos jóvenes. Es duro y real ver cómo son rechazados por sus propios hermanos musulmanes y residentes locales, es sabido que cruzan en busca del sueno europeo, pero debe exigirsele a las autoridades marroquíes a cumplir los acuerdos vigentes y aceptar la repatriación compensada si fuera necesaria. Utilizar a las ONG locales, organizaciones religiosas y grupos cívicos a educar y enseñar a estos jóvenes las reglas y cultura ciudadana de España y Melilla. Desde USA con amor