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En esta ocasión el fútbol fue justo con el representante melillense en la Tercera División.
El River fue mucho mejor que su adversario y vio premiado el esfuerzo y buen trabajo de sus jugadores. La trascendencia del partido se dejó notar en los compases iniciales del mismo con imprecisiones en ambos bandos, pero muy pronto los de Aloisio encarrilaron un triunfo que vale su peso en oro de cara a conseguir el objetivo de la permanencia. Todos rayaron a un buen nivel, pero sería injusto no destacar el partidazo que brindo el canterano Braim a los asistentes al federativo de La Espiguera. Autor del segundo tanto que daba la tranquilidad a los locales, y protagonista en la jugada del penalti que significó el tercero, además de estrellar un balón en la parte inferior del travesaño y un disparo que se marchó lamiendo la escuadra del portal malagueño.
A pesar de que la posesión no fue aplastante como en comparecencias anteriores el River fue el claro dominador de un periodo en el que mereció irse al descanso con una ventaja mayor, pero la falta de acierto de cara al marco andaluz hizo que el luminoso reflejara un ajustado 1-0.
El partido pudo ponerse pronto de cara cuando a los tres minutos de juego una subida de Farid por la banda derecha acababa con un centro desde la línea de fondo hacia atrás que Melik remataba muy cerca del travesaño. La insistencia local iba a tener su premio antes de cumplirse el primer cuarto de hora en una acción en la que Meyid se internaba en el área y su centro era desviado por Caro hacia su propia portería ante la sorpresa del meta de su equipo, Sancho.
La sentencia pudo llegar poco después, pero el disparo de Hamin, en inmejorables condiciones, era desviado a córner por un defensor. Los visitantes se sacudieron en parte el acoso de los melillenses y la pelota deambulaba en la parcela ancha, lejos de las áreas, hasta que Sidi, al filo de la media hora, lo intentaba desde lejos y Sancho respondía con una palomita.
De ahí hasta el final del primer acto lo más relevante fue una buena acción colectiva en ataque del equipo local que Braim, tras intervenir varios jugadores, finalizaba con un derechazo que se marchaba muy cerca de la escuadra izquierda del portal defendido por Sancho.
Tras el paso por los vestuarios el guión apenas varió. El River Melilla seguía siendo dueño y señor del juego aunque las ocasiones no se sucedieran con frecuencia. Al filo de la hora de partido, Braim conectaba un derechazo desde la misma línea divisoria del área que se estrellaba en la parte inferior del travesaño sin encontrar rematador. Y poco después el propio Braim recibía dentro del área un magnífico pase de tacón de Nabil, se zafaba de dos defensores y conectada un tremendo disparo que se colaba como un obús en el portal defendido por Sancho. Un auténtico golazo que premiaba el empeño de los locales y dejaba tocado al CD Alhaurino que a raíz de ahí bajó los brazos.
Los malagueños adelantaron líneas en busca de acortar diferencias y los melillenses supieron aprovechar las circunstancias para redondear una trabajada y merecida victoria. Así, en el 73', Nabil ganaba la espalda a la zaga malagueño y se plantaba ante Sancho, pero su disparo cruzado se perdía junto a la cepa del palo izquierdo del marco del conjunto andaluz.
La cosa no quedó ahí. El empuje y la ambición del River quedó plasmada poco después en una acción en la que un defensor malagueño derribaba dentro del área al canterano Braim con el mancharrealeño Pulido Valero muy cerca de la jugada. El correspondiente penalti lo iba a lanzar en primera instancia Braim, pero Melik le pidió la pelota y se encargó de ejecutarlo. Sancho adivinó la intención del ariete melillense, aunque no pudo evitar que el propio Melik aprovechara el rechace para cabecear al fondo de las mallas visitantes, estableciendo el definitivo 3-0 en el marcador, que permite a los melillenses sumar tres puntos muy importantes.