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Correos devuelve a Tráfico las cartas con pegatinas para conductores que han cambiado de domicilio
La Dirección General de Tráfico (DGT) lleva “unos meses” enviando por carta etiquetas que reflejan el grado de contaminación del parque móvil de Melilla.
Vecinos de varias provincias españolas se han llevado las manos a la cabeza al recibir etiquetas erróneas elaboradas por la DGT a partir de la información técnica disponible en el Registro Nacional de Vehículos y en función de los criterios establecidos por la UE.
En Melilla, de momento, no se ha dado ninguno de estos casos, que el Ministerio del Interior cifra en “un centenar” entre los cuatro millones de cartas que se han enviado a conductores españoles.
Según explicó ayer a El Faro José Carlos Romero, director provincial de Tráfico, Correos les ha devuelto en la sede de Melilla varias misivas con etiquetas medioambientales, pero porque los conductores han cambiado de domicilio y no los localizan en la ciudad.
En principio, las cartas son solo para los propietarios de los vehículos que menos contaminan y que reciben las etiquetas azules de “cero emisiones” (coches eléctricos o de hidrógeno) y las “Eco”.
Desde el Ministerio del Interior han aclarado que si un ciudadano detecta que en su etiqueta medioambiental ha sido incluido algún dato que no coincide con el que se indica en la tarjeta de la ITV, para subsanarlo debe dirigirse a la Jefatura Provincial de Tráfico y llevar la tarjeta de la Inspección Técnica de Vehículos, el permiso de circulación del vehículo junto con el distintivo y solicitar que revisen la catalogación del vehículo.
La Jefatura revisará que los datos técnicos del vehículo que obran en el Registro Nacional de Vehículos son los correctos. Si no fuera así, corregirá el error y solicitará a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre la generación del distintivo correcto que el ciudadano recibirá gratuitamente en su domicilio.
Pegatina azul y voluntaria
Estas etiquetas emitidas por la Fábrica de Moneda y Timbre deberán colocarse en la parte inferior derecha del vehículo cerca de donde va la pegatina de la ITV.
En la práctica el uso de estas etiquetas dependerá de las ordenanzas municipales. Por ejemplo, en una ciudad con tanta contaminación como Madrid, se podría regular la entrada al centro teniendo en cuenta si el coche es “cero emisiones”, “Eco” o de cualquiera de los otros dos tipos de etiquetas que existen (Tipo C y Tipo B), en dependencia del combustible que usa y el año de matriculación.
Aunque no es obligatorio colocar la pegatina medioambiental en el parabrisas del coche, lo que buscan los ministerios de Industria y Medio Ambiente con su implantación es que el conductor que la lleve se beneficie de su uso con rebajas fiscales o bonificaciones o que incluso se le permita circular por carriles VAO (para vehículos con alta ocupación).
O sea los coches “cero emisiones” pueden usar el carril bus, un privilegio del que ya disfrutan en ciudades como Madrid y Granada.
La implantación de las etiquetas a los coches entra en el Plan Nacional de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera 2013-2016 (Plan Aire), que propone la clasificación de los vehículos en función de su potencial contaminador. Así, los ayuntamientos lo tienen más fácil para identificarlos visualmente a la hora de aplicar medidas medioambientales.