Si tenía usted idea de trasladarse a la península entre el 23 de este mes y el 2 de septiembre será mejor que vaya cambiando de planes. Tal y como publicamos hoy en las páginas de este diario, no hay billetes, ni de barco ni de avión, para poder viajar fuera de Melilla durante 10 días. A no ser que su destino sea Madrid y le venga bien coger el vuelo del día 25. Eso si, prepárese para rascarse el bolsillo, el billete le puede salir a partir de los 467 euros.
Algo de culpa sobre esta escasez de plazas debe tener el cambio de barco que cubría la conexión con Motril; la reducción en el número de pasajeros que puede salir de la ciudad ha provocado la consiguiente rebaja de asientos disponibles. Desde entonces, el cartel de ‘no hay billetes’ viene siendo la tónica habitual.
Además, cuando hay billetes disponibles para las fechas en las que necesitamos viajar, debemos enfrentarnos a la incertidumbre de si nuestro vuelo saldrá finalmente -en caso de que volemos en avión- o enfrentarnos a un barco lento y con un servicio francamente mejorable, en caso de que nos desplacemos por mar.
En Melilla sufrimos un déficit de transporte cada vez más acuciante y la situación empieza a ser desesperante, sobre todo para aquellos que necesitan viajar de manera inesperada por algún asunto importante que les reclama en la península.
Los ciudadanos merecen un mejor trato por parte de las empresas adjudicatarias de las conexiones y la situación exige respuestas contundentes por parte de la Administración para que se normalice una situación que afecta de forma muy negativa a la calidad de vida de los melillenses.