Los campamentos de verano son una de las mejores opciones con las que los más pequeños de la casa aprovechan al máximo su tiempo libre durante las vacaciones de estos meses. Más de 60 niños que participan en estas colonias urbanas de Cáritas Interparroquial visitaron ayer el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea como parte de las excursiones programadas durante la primera quincena de este mes.
El consejero de Educación, Juventud y Deportes, Antonio Miranda, destacó la labor que desempeña Cáritas en estos campamentos, subvencionados con 60.000 euros por parte de esta consejería para que pueda cubrir el desayuno, el almuerzo, la merienda y el aseo de estos menores. Miranda recordó que muchos de los niños que participan en estas colonias urbanas, con edades comprendidas entre los seis y los 12 años, proceden de familias en riesgo de exclusión social o con dificultades económicas.
“Agradezco el trabajo que desarrollan los monitores al cargo de estos menores en Monte María Cristina”, aseguró Miranda. El consejero recordó que la parroquia de San Agustín y La Salle también están inmersas en su programa actual de campamentos en verano. Así, un total de 220 niños disfrutan de actividades lúdicas y educativas repartidos entre estos tres centros.
Los monitores
Un equipo de 12 jóvenes voluntarios cuidan de los niños que atiende Cáritas en verano. En su papel como monitores se encargan de vigilar que no se hagan daño, procuran que coman y se aseen adecuadamente y, lo más importante, que se lo pasen bien.
Amel Buganem es una cordobesa que lleva cinco años colaborando con Cáritas y viene todos los veranos a ayudar de forma altruista en estas colonias urbanas de Monte María Cristina. Esta monitora explica la rutina de estos campamentos: “Lo primero de todo es darles el desayuno y después las actividades varian según el día. A veces vamos de visita a la Comandancia de la Guardia Civil, al Ayuntamiento, a la playa... Otros días hacemos juegos cooperativos o vamos a la Granja Escuela”.
Más allá de esta apretada agenda de actividades para que los menores se lo pasen en grande, Buganem destaca el motivo por el que cada año repite como monitora: Sobre todo, lo que más me anima es la posibilidad de compartir buenos momentos, estar con los niños, vivir una experiencia más en el Monte y conocer la realidad de Melilla. Pero lo más importante es verlos, estar con ellos, hacer actividades y, sobre todo, el sentimiento de gratitud que transmiten todos ellos”.
Los niños
Inquietos, algo chillones, y todos luciendo su camiseta azul de Cáritas, los 60 niños corretearon ayer entre las sillas del Salón Dorado mientras coreaban algunas de las canciones infantiles que han aprendido estos días.
Suhaila, una de las participantes, asegura que le gusta mucho estar en el campamento porque se lo pasa “muy bien” en la playa o jugando con sus compañeros. Chaima coincide con ella: “Me gusta ir a la playa y a la piscina. También me traigo a mi hermana para que juegue conmigo”, explica.
Zacarías prefiere los días en los que puede jugar partidos de fútbol con los amigos, pero reconoce que también le gusta saltar a la comba y cantar. “Cuando no estoy en el campamento, me gusta ir a la playa con mi padre”, dice. Estos pequeños todavían tienen mucho que hacer durante este verano.