Estudiar “sin prisa pero sin pausa”. Ese es el secreto que se esconde detrás del 9,575 que ha sacado Alejandro Vidal Máxia, del IES Miguel Fernández, en las pruebas de acceso a la Universidad, la mejor nota de Melilla. Dice que se tomó un par de días de descanso tras darles las calificaciones, pero después se puso a trabajar las diferentes materias, sobre todo las más fuertes, de forma relajada pero constante.
Además de que conseguir esta calificación le permitirá acceder a los estudios universitarios que desea sin preocuparse por la nota de corte, el joven también va a ver recompensado su esfuerzo con la ayuda de 3.000 euros que concede la Consejería de Educación al alumno de Melilla con las mejores calificaciones en estos temidos exámenes.
Alejandro, junto a otros 16 estudiantes de los diferentes centros de la ciudad que han obtenido las notas más altas, han sido reconocidos hoy por la Consejería de Educación en un acto celebrado en el Salón Dorado.
Los otros 16 alumnos también recibirán las ayudas de la Ciudad. La consejería entregará así a los dos alumnos con mejores notas de cada instituto de la ciudad 1.200 y 800 euros, respectivamente.
El consejero de Educación, Antonio Miranda, ha felicitado a los alumnos por estas calificaciones y ha agradecido también a los profesores y familias de estos estudiantes, sin los que estos resultados tampoco serían posibles.
Premiar la excelencia
El aún director provincial de Educación, José Manuel Calzado, ha elogiado la iniciativa de la Ciudad de premiar a los alumnos con mejores notas y ha destacado la importancia de reconocer también a los alumnos excelentes.
Los estudiantes se enfrentan ahora al reto de elegir sus estudios universitarios. Alejandro lo tiene claro: quiere irse a Valencia a estudiar Física, siguiendo el ejemplo de su padre. Mirando al futuro, prefiere dedicarse a la investigación que a la docencia aunque sabe que será una tarea difícil.